De acuerdo con la tradición y con el calendario diplomático internacional, llegada la tercera semana del mes de septiembre los ojos de todas las cancillerías del mundo se dirigen hacia Nueva York, donde se llevan a cabo los actos correspondientes a la apertura del Debate General de un nuevo periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Si es septiembre, esto es Nueva York
Con la llegada del otoño, Nueva York se convierte cada año en la capital de la Diplomacia Internacional. Cada tercer martes de septiembre se celebra la ceremonia oficial de apertura del correspondiente periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en su sede de Nueva York por lo que, desde el punto de vista del protocolo, a su “Protocol and Liason Service” se le multiplica el trabajo. Trabajo que llega a su cénit la siguiente semana, con el inicio del Debate General.
Es difícil abordar un post sobre la primera organización intergubernamental internacional y aportar algo nuevo, pero nunca está de más hacer un recopilatorio de todo lo que ya sabemos, y compartirlo.
Definición teórica
Dejando de lado las definiciones oficiales, os invito a elaborar una de vuestra propia cosecha, que incluya los cuatro criterios teóricos básicos con los que se clasifica a las organizaciones internacionales, y que nos resuma qué es la ONU. Aquí va la mía:
«La Organización de las Naciones Unidas (nombre que recibe en español -una de sus seis lenguas oficiales-) es una organización intergubernamental internacional de carácter universal, en la que se persiguen unos objetivos de carácter general, a partir de la cooperación y la coordinación entre sus 193 estados miembros, situados en los cinco continentes. Es una asociación voluntaria, que tiene una estructura orgánica de carácter permanente, y que goza de autonomía jurídica de acuerdo a su tratado fundacional, la Carta de las Naciones Unidas.»
Aunque actualmente tendamos a acusar a la ONU de haberse convertido en una macro ONG poco operativa, la verdad es que no podemos dejar de reconocer que su existencia ha sido eficaz tan solo por “estar ahí”. Algo que no ocurrió con su antecesora, la desaparecida Sociedad de Naciones, que cayó en el error de querer buscar la paz y la seguridad excluyendo y no aglutinando, a diferencia de lo que ha venido haciendo su sucesora.
Una pincelada histórica
Para saber cómo nació, retrocederemos en la historia hasta 1944 y nos situaremos en la Conferencia de Dunbarton Oaks, en la que se reunieron EEUU, Reino Unido, Francia, China y la URSS para establecer las bases de una futura organización. Una conferencia que provocaría que, en 1945 y ya acabada la II Guerra Mundial, se reuniesen cincuenta países en la Conferencia de San Francisco para dar por finiquitada la Sociedad de Naciones y redactar un nuevo protocolo.
Ese nuevo protocolo se convertiría en la Carta de las Naciones Unidas, que sería la base legal sobre la que se sustentaría la nueva organización: La Organización de las Naciones Unidas (United Nations, Organisation des Nations Unies, Организация Объединенных Наций, 聯合國, الأمم المتحدة).
Objetivos
Sus objetivos se centran en la cooperación internacional y el fomento de las relaciones de amistad entre los países, respetando la libre determinación de los pueblos, con el objetivo final del mantenimiento de la paz y la seguridad internacional.
Eso sí, sustentando toda su actividad en un principio básico: «La igualdad de todos los estados ante la ley, sin distinción de raza, sexo, idioma o religión». La única diferencia que existe es de tipo conceptual, ya que unos estados se califican como «miembros originarios» porque suscribieron la Carta de ONU en 1945, y el resto como «miembros admitidos».
También existe el concepto de «miembros observadores», del que forman parte algunos estados, los sujetos de derecho internacional y las organizaciones internacionales que tienen voz, pero que no tienen derecho al voto. Entre ellos está el Estado de la Ciudad del Vaticano -único estado soberano-, la Soberana Orden de Malta, la Unión Europea y la Autoridad Nacional Palestina, que el 29 de noviembre de 2012 pasó a ser reconocida como un estado asociado.
Estructura orgánica
Las principales instituciones que integran su estructura orgánica son la Asamblea General, la Secretaria General, el Consejo de Seguridad, la Corte Internacional de Justicia, el Consejo Económico y Social y el Consejo de Administración Fiduciaria.
Además cuenta con el llamado “Sistema de las Naciones Unidas”, formado por un entramado de organismos especializados, dependientes de las instituciones principales. Organismos como la FAO, UNESCO, UNICEF, FMI, OMS, OIT, OIEA…
La Asamblea General
La Asamblea General es la principal institución de la Organización. Representa a todos los estados miembros y es en la que todos tienen representación, a diferencia de lo que ocurre en el Consejo de Seguridad. Cada estado miembro tiene derecho a un voto, independientemente de su poder económico o político.
EEUU estado sede
La sede oficial, como ya he comentado, está en la ciudad de Nueva York. Ello hace que, dentro del ámbito del protocolo diplomático y las relaciones internacionales multilaterales, los Estados Unidos de América sean el estado sede, y su Departamento de Estado, el organismo que gestiona los privilegios e inmunidades de los que disfrutan los miembros de cada una de las Delegaciones Permanentes acreditadas ante la ONU.
El protocolo
El protocolo que se aplica en las Naciones Unidas está basado en la tradición y la costumbre, además del propio Protocolo Diplomático, aunque con algunas modificaciones por motivos prácticos y para adecuarlo a los principios de la propia organización internacional.
Se caracteriza por ser un protocolo simplificado y práctico, con pocas normas escritas, donde el criterio básico que se aplica es el tratamiento igualitario y justo hacia todos sus miembros.
Ordenación y precedencias
De acuerdo con la tradición, la Ceremonia de Apertura de un nuevo periodo de sesiones se celebra el tercer martes del mes de septiembre. Es el momento en que se produce la toma de posesión del nuevo presidente electo de la Asamblea General y se elige el estado miembro que ocupará el primer lugar en la distribución de las butacas del salón de la Asamblea, concretamente los primeros asientos situados a la derecha de la presidencia (desde el punto de vista del observador).
Al país elegido por sorteo le siguen el resto de estados, ordenados alfabéticamente por su nombre oficial en lengua inglesa (de derecha a izquierda y de izquierda a derecha), hasta llegar a la Z. La ordenación se continua nuevamente por la A, hasta ocupar el último lugar de la sala el estado anterior al elegido en primer lugar. Una ordenación sencilla, pero compleja de explicar. De entre los 193 estados miembros, cinco no guardan el orden alfabético debido a las razones que se exponen en este enlace.
El orden de precedencias establecido se aplicará a lo largo de todo el periodo de sesiones, en las diferentes reuniones de trabajo que se puedan llegar a celebrar.
La presidencia se ordena en alternancia, encabezada por el Presidente de la Asamblea General (cargo que se elige con carácter anual), el Secretario General de la ONU y un asistente.
Un minuto de silencio
De acuerdo con el artículo 62º del Reglamento de la Asamblea General, el ceremonial invita a guardar un minuto de silencio dedicado a la meditación y a la oración, por lo que tras el inicio de la primera sesión plenaria, el presidente procede a su cumplimiento.
El Debate General
Tras la ceremonia inaugural, el periodo ordinario de sesiones, que se desarrolla de manera intensiva anualmente entre septiembre y diciembre (aunque se puede dilatar en el tiempo en caso de necesidad), va precedido de un Debate General en el que participan los jefes de Estado o de Gobierno de los estados miembros. Unos días de intenso trabajo para los responsables de protocolo
El orden de intervenciones
El orden de intervenciones comienza con el discurso del Secretario General de la ONU, seguido por el representante de Brasil, tradición que se inició en 1947 cuando el entonces jefe de la delegación brasileña, Osvaldo Aranha, habló el primero en la apertura de la primera sesión especial de la Asamblea General. Algo que ha mantenido hasta nuestros días.
A continuación, pronuncia su discurso el Presidente de los Estados Unidos de América, debido al honor que se le ha concedido históricamente como país sede de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Tras la intervención de estos dos primeros países, por principios prácticos, el orden de participación del resto se decide en base a la confirmación de su asistencia. Tradicionalmente se ordenaban de acuerdo a la fecha en la que habían firmado su adhesión a la Carta de las Naciones Unidas.
Protocolo de la intervención de un jefe de estado
Uno de los momentos «más protocolarios» del Debate General es la intervención de un jefe de Estado, en el que se sigue un ceremonial especial de bienvenida, acompañamiento y despedida, del que se acostumbra a encargar personalmente el jefe de protocolo de la Organización.
A su llegada, el jefe de Estado y la primera Dama (si le acompaña) son recibidos por el jefe de protocolo, que les acompaña hasta el salón de la Asamblea General.
Mientras que la Primera Dama ocupa el lugar que tiene reservado en los asientos laterales del salón, destinados al público, al jefe de Estado se le acompaña hacia el estrado, donde se le invita a tomar asiento en un sillón de cuero blanco, que hay situado a la derecha de la mesa de la presidencia. Allí, sentado, aguarda hasta el momento de iniciar su intervención.
Un miembro de la mesa de presidencia le da la bienvenida y le indica el momento en que puede tomar la palabra. Frente al atril, el gobernante imparte su discurso, durante un tiempo máximo de cuarenta minutos.
Tras finalizar el parlamento y saludar a los miembros de la Presidencia, abandona el estrado acompañado nuevamente por el jefe de protocolo.
El almuerzo oficial
El programa oficial finaliza con un almuerzo que se ofrece en honor de los jefes de Estado, y al que solo se puede acudir previa invitación.
En la mesa presidencial (de forma redonda como el resto, pero situada en un lugar destacado), se sienta el secretario general de las Naciones Unidas -quien preside- y el presidente de los EEUU, representante del país sede de la organización.
De acuerdo al principio de la Organización de las Naciones Unidas, de fomentar las buenas relaciones y evitar conflictos, uno de los aspectos que se tiene en cuenta a la hora de realizar la distribución de los comensales son las diferencias políticas entre estados, así como una cuidadosa elaboración del menú con relación a las costumbres gastronómicas de las diferentes culturas presentes. Como norma general, siempre quedan excluidos todos los productos porcinos o los elaborados con esa materia prima.
Los medios de comunicación tienen acceso al salón para cubrir el evento hasta el momento en que se realiza el brindis inicial, en el que se les invita a abandonar la sala.
También es habitual que, paralelamente, se ofrezca un almuerzo a las primeras damas que han acompañado a sus cónyuges durante el Debate General. En ese caso actúa de anfitriona la esposa del Secretario General, acompañada de la primera dama estadounidense.
Para saber más:
Las Naciones Unidas
Servicios de Visitantes Nueva York
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