La Pedrera vuelve a apostar por acoger en su sala de exposiciones una propuesta original e innovadora, por lo que ha traído a Barcelona, por primera vez, un monográfico del artista manchego Antonio López. Con lo que, tal y como se ha dicho, se «salda la deuda histórica» de Barcelona con el artista.
Hasta el momento solo se habían celebrado pequeñas exhibiciones, por lo que la actual exposición de La Fundació Catalunya La Pedrera se puede considerar como la primera verdadera retrospectiva de la biografía del pintor a través de su producción artística que se organiza en Barcelona.
«Una obra nunca se acaba, sino que llega al límite de sus propias posibilidades», Antonio López.
Dicen que el estilo artístico de Antonio López (Tomelloso, 1936) es el hiperrealismo, aunque la realidad para López solo es un punto de partida. Un artista que «elabora» sus obras de manera lenta, meditada y minuciosa, donde el proceso es tan importante como el resultado. Está considerado el representante por excelencia del movimiento realista español de la segunda mitad del siglo XX.
Una de sus principales características artísticas es el detallismo fotográfico, pero sin utilizar fotografías. Dicen que su virtuosismo técnico supera la precisión de la propia visión de un objetivo fotográfico.
Mide, observa, dibuja.. Realiza un verdadero trabajo de campo antes de llevar a la práctica cualquiera de sus creaciones. Le da suma importancia a la luz. Trabaja la luz de cualquier momento del año o hora del día, pero el verano y las horas diurnas son sus preferidas. Si inicia una pintura en una determinada fecha del año y transcurridos unos días la deja (cosa que acostumbra a pasar muy a menudo), no regresa a ella hasta pasado un año en el calendario, para volver a tomarla en el momento en que la luz solar y la perspectiva es las mismas.
Una de las obras más conocidas del artista es «La Familia de Juan Carlos I». Una pintura que tardó veinte años en acabar y que creó en su propio domicilio, a donde se trasladaron los «modelos reales»… Esa fue la principal condición que puso López para llevar a cabo el encargo, ya que encontraba que tener que trabajar en los encorsetados salones del Palacio Real no era lo más adecuado para su estilo.
Siempre crea sus obras a partir de modelos reales. Los miembros de su familia han sido sus principales «musas», aunque también lo ha hecho con otros modelos, pero siempre de su entorno más próximo.
Una de las características de sus esculturas es la búsqueda de la perfección, lo que le lleva a realizar verdaderos montajes «frankestinianos» (léase en el concepto positivo de la palabra) para conseguir la belleza y la proporción de su obra.
La exposición
La exposición reúne unas cien obras entre pinturas, esculturas y dibujos. De ellas, ochenta proceden de diferentes colecciones públicas y privadas. Las veinte restantes, las ha elegido el propio Antonio López entre las que tiene en su taller.
La muestra traza un recorrido por su trayectoria artística durante siete décadas, desde sus primeras obras en los años cincuenta, hasta su producción más reciente. Y dejan constancia de la evolución de su estilo, influenciado especialmente por el arte clásico y el renacimiento, con importantes pinceladas de vanguardismo y de surrealismo, como el propio pintor reconoce:
«A mí me influyeron el cubismo, el surrealismo y la pintura metafísica. Y aunque la influencia del cubismo duró poco, ciertos atisbos de surrealismo y de pintura metafísica se quedaron, ya que son maneras duraderas de ver el mundo. Pertenecen a la parte mágica de la vida. El surrealismo me enseñó mucho, porque tiene que ver con la vida…»
«Antonio López» se ha organizado sin seguir una cronología estricta, ya que los temas van y vienen en sus obras. Eso sí, siempre inspirados en la vida cotidiana: en su familia, en su casa, en su entorno, en la ciudad donde vive, en las gentes que le rodean…
La estructura de la exposición gira en torno a cuatro bloques temáticos: los interiores domésticos, los paisajes y las vistas urbanas (principalmente de Tomelloso y de Madrid), las naturalezas muertas y las figuras humanas. Motivos sobre los que Antonio López reflexiona, artísticamente hablando, y que han persistido y evolucionado, al mismo tiempo, a lo largo de su carrera.
La obra más reciente, pero todavía inacabada
Antes de finalizar el recorrido, la exposición nos regala una nueva sorpresa. Una pintura que desde la distancia parece el dibujo de una góndola… [De hecho, algo tiene de Venecia con solo observarla -nota de la redactora-].
Se trata de las primeras pinceladas de una panorámica de Barcelona pintada desde Montjuïc, en la que ya se distinguen las columnas de Puig i Cadafalch, así como las Torres Venecianas, a pesar de que el lienzo se encuentra prácticamente en sus comienzos.
Con esta obra, Antonio López ha querido sellar el pequeño idilio que mantiene con Barcelona desde principios de 2022, cuando empezó a pintar una serie sobre panorámicas de la ciudad, ya que nunca antes la había usado de modelo.
No obstante, como se puede ver claramente en el lienzo, la comenzó el 25 de enero de 2022, por lo que tendremos que esperar que lleguen muchos más finales de enero para que Antonio López regrese a la terraza del MNAC a plasmar esa panorámica invernal diurna que ha elegido para «fotografiar» Barcelona.
La Fundació Catalunya La Pedrera vuelve a apostar por un artista de renombre mundial
Dentro de su apuesta cultura para los próximos años, la Fundació Catalunya La Pedrera vuelve a situar su eje central en las experiencias expositivas donde el protagonista es un artista de renombre mundial, pensadas como un refugio, un lugar de acogida y una ventana abierta, culturalmente hablando.
Personalmente recomendamos mucho una visita a la exposición, que nos ha sorprendido muy gratamente. No conocíamos demasiado en profundidad la obra de Antonio López, y nos ha parecido que la fama que tiene de «genio» es totalmente merecida.
La exposición se podrá visitar en La Pedrera hasta el 14 de enero de 2024. Y como es habitual, irá acompañada de una buena lista de propuestas culturales complementarias más allá de la Pedrera.
El Gran Teatre del Liceu, el Palau de la Música, el MNAC, la Fundació Sorigué, l’ESMUC y el Cercle Artístic de Sant Lluc són otros lugares que colaborarán en hacer que la genialidad de Antonio López llegue a toda Barcelona, mediante el diálogo con otras disciplinas artísticas.
Para saber más:
Antonio López | Fundació Catalunya La Pedrera
Sigue toda la información de «Antonio López» en RRSS con el hashtag #LópezLaPedrera
Otros posts sobre la Pedrera:
Jaume Plensa. Poesia del Silenci. Exposición en la Pedrera
Una joya centenaria que escandalizó a Barcelona
Nits d’estiu, jazz y guerreros gaudinianos