Ganar un de los Premios Nobel es un camino seguro a la fama inmediata y al reconocimiento internacional. Y, actualmente, todo ello está rodeado de una magia y popularidad, que ni Alfred Nobel se podía imaginar cuando redactó su testamento en 1895.
Alfred Nobel
Alfred Nobel nació en Estocolmo en 1833, y murió en la ciudad italiana de San Remo el 10 de diciembre de 1896, de ahí la tradición que sea ese día de diciembre en el que se celebren las ceremonias de entrega de los Premios Nobel, que se otorgan con carácter anual. En 1866, este ingeniero, químico y fabricante de armas sueco descubrió la dinamita, explosivo que le dio fama y dinero. No obstante, su pasión por la investigación no se quedó ahí, y a su muerte poseía otras trescientas cincuenta y cinco patentes diferentes, entre las que figuraba la de la seda artificial.
Murió soltero y sin descendientes, y legó su fortuna a una fundación para que la dedicaran a recompensar las aportaciones, de mayor utilidad para la humanidad, que se fueran realizando en el futuro.
Los Premios Nobel
La donación económica inicial fue de 32 millones de coronas suecas, con la finalidad que los intereses de ese capital fueran destinados a repartirlos, en forma de premio anual, entre las personas que consiguiesen importantes logros en los campos de la física, la química, la medicina, la literatura y la paz. Cinco años después de su muerte, el 10 de diciembre de 1901, se celebró la primera entrega de premios que llevarían su nombre.
El testamento de Nobel
En su testamento, Nobel estableció que diferentes instituciones suecas se encargasen de designar los comités de expertos que otorgarían los premios de Literatura, Física y Química y Medicina, pero que sería un comité independiente, nombrado por el Stortinget (Parlamento noruego) el que otorgaría el Premio de la Paz.
Aunque no queda claro el verdadero motivo de ello, en aquella época existía una relación especial entre ambos reinos que formaban un unión personal bajo un mismo jefe de estado y, además, en el reino de Noruega se habían promovido diferentes iniciativas a favor del desarme y el arbitraje para impedir conflictos, lo que pudo hacer decidir a Nobel porque fuesen nacionales de ese país los responsables en su otorgamiento. Ese es el motivo por el que la ceremonia de entrega del Premio de la Paz se celebra en Oslo, mientras que el resto de premios se entregan en la ciudad de Estocolmo.
Las academias encargadas de otorgar el premio
La Kungliga Vetenskapsakademien (Real Academia Sueca de las Ciencias) es la encargada de otorgar el Premio de Física y Química, el Karolinska Institutent el Premio de Medicina y la Svenska Akademien (Academia Sueca) designa el Premio de Literatura. En 1968, el Sveriges Riksbank (Banco Central de Suecia) instituyó el Premio Nobel de Economía en memoria de Alfred Nobel, que aunque se otorga conjuntamente con el resto de los otros premios, se suele calificar como de «Premio Nobel no auténtico».
A finales de febrero, diferentes academias y universidades suecas e internacionales, así como galardonados anteriores, empiezan a enviar a los diferentes comités sus propuestas de candidatos. En el mes de octubre se realiza el anuncio oficial de los premiados, lo que supone un momento de gran expectación mediática. Y una vez iniciado el mes de diciembre, se celebra la Semana Nobel, llena de actos protagonizados por los premiados, que culmina el día 10 con la ceremonia de entrega de los galardones.
Medalla, diploma y bastante dinero
El premio en sí, además de incluir una importante dotación económica, consiste en un diploma y una medalla hecha a mano, en oro verde de 18 quilates y un baño de oro de 24 quilates. Los modelos que se entregan en Suecia son de Erik Lindberg y llevan inscrito el verso de La Eneida “Inventas vitam juvat excoluisse per artes” (los que inventando las artes hicieron la vida más bella), además del nombre de cada premiado en la parte inferior del reverso.
La medalla de economía la diseñó Gunvor Svensson-Lundqvist y la única inscripción que lleva, en el canto, es la del nombre del premiado. La medalla que se entrega en Noruega es obra de Gustav Vigeland y lleva la inscripción “Pro pace et fraternitate gentium” (por la paz y la hermandad de los hombres), así como el nombre del premiado, inscrito también en el canto.
Protocolo y ceremonial
Respecto al protocolo de la ceremonia, se puede afirmar que es uno de los actos más fieles a sí mismos, que ha sobrevivido a lo largo de cien años, y donde se mezcla el ceremonial más tradicional, con una total sencillez.
La invitación y los espacios
La invitación al acto se realiza mediante tarjeta formal, de formato tradicional, pero muy funcional, donde destaca la finalidad informativa del documento en sí.
La etiqueta
En la ceremonia de Oslo se suele exigir traje formal para los caballeros y vestido corto para las damas, mientras que en la ceremonia de Estocolmo la etiqueta establece el frac para los caballeros y el vestido largo para las damas, con diadema y condecoraciones. Ante la duda sobre el código de la etiqueta que se debe usar existe un apartado específico sobre este tema en la página web de los premios.
De acuerdo con el programa habitual de las ceremonias de entrega, el acto de Oslo se celebra a mediodía, en el Hall del Oslo Radhus (Ayuntamiento), y el acto de Estocolmo se celebra a partir de las 16.30, en el Konserthuset (Palacio de los conciertos) de la capital sueca, a donde se trasladan los premiados desde el Grand Hotel en el que están hospedados.
Ambas ceremonias están presididas por los monarcas de los respectivos países, y en el caso de Suecia, es el rey quien se encarga de entregar personalmente los galardones.
El programa
El programa de la ceremonia noruega concluye con un concierto musical en el mismo lugar en donde se entregan los premios, mientras que la ceremonia sueca va seguida de un banquete de gala, que se celebra desde 1934 en el Bla Hallen (Salón Azul del Ayuntamiento) de Estocolmo. Asisten unos 1300 invitados, entre los que están los premiados, sus familias, la Familia Real, representantes del gobierno, del parlamento sueco, el cuerpo diplomático, representantes de sectores culturales e industriales, así como cerca de 250 estudiantes.
El banquete
El primer banquete se celebró en el año 1901 en el salón de los espejos del Grand Hotel, al que solo asistieron 113 invitados masculinos, lugar que acogería el evento durante 29 años. En 1903, Marie Curie fue la primera dama en asistir a ese acto, dado que recibió el premio Nobel junto a su marido Pierre Curie. En 1934, ante el aumento del prestigio de los premios y el interés por ser invitado, se trasladó al Gyllen Salen (Salón Dorado del Ayuntamiento) y el número de invitados aumentó hasta 350, y fue a partir de 1974 cuando se empezó a celebrar en el Salón Azul. Durante las dos guerras mundiales el banquete no se celebró, y la totalidad del importe se entregó a la Cruz Roja.
Aunque inicialmente se usaba una mesa en forma de herradura, actualmente se usan mesas imperiales que parten perpendicularmente de una mesa presidencial, situada en el centro del salón, dando lugar a una distribución en forma de doble peine. Todas las mesas se preparan con la misma decoración y el mismo menaje, y de acuerdo con la tradición las flores las envían desde la ciudad de San Remo, en recuerdo de los años que Nobel pasó en esa localidad. Cada banquete suele girar en torno a un eje argumental concreto, que se suele reflejar tanto en la decoración de la sala, como en las actuaciones que se ofrecen a lo largo de la velada.
El menú de los Premios Nobel
Evidentemente, uno de los elementos más importantes del banquete es el menú, que suelen preparar chefs de renombre mundial. Inicialmente constaba de siete platos, pero que tras finalizar la Segunda Guerra Mundial se redujo a tres. A principios de septiembre se presentan tres opciones a la Fundación Nobel con la finalidad que elijan una y, tal como ocurre en los enlaces matrimoniales con el vestido de la novia, el menú elegido se mantiene en secreto hasta la fecha del banquete.
En 1976 se introdujo la costumbre de servir una bomba de helado para postre, que se conoce como el Nobel Parfait, y que se suele servir en medio de una trabajada puesta en escena, en la que se baja el nivel de la luz y se interpreta música folclórica sueca mientras los camareros acceden al salón. El restaurante Stadshuskällaren de Estocolmo suele incluir en su carta algunos platos servidos en menús de años anteriores, con la finalidad de dar la oportunidad de degustarlos a aquellos curiosos que no han sido invitados al evento.
Polémicas e imágenes para la historia
A pesar de que los premios fueron ideados con una buena finalidad, a lo largo de su historia los Nobel han generado alguna que otra polémica, especialmente con relación a la concesión del Premio Nobel de la Paz. Aunque algunos de ellos han sido mundialmente bienvenidos.
Una de las imágenes que han pasado a la historia fue la de Gabriel García Márquez cuando eligió vestir un traje típico de su país en lugar del frac que establece la etiqueta del evento en Estocolmo.
Nota: Artículo revisado y actualizado. Publicado inicialmente el 10 de diciembre de 2013.
Para saber más:
Página oficial de los Premios Nobel (en inglés)
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