El último domingo de septiembre, y desde hace unos cuantos años, la penya lloretenca Xino-Xano organiza una marcha popular a lo largo de las playas que componen el litoral de Lloret de Mar, a cuya última edición tuvimos el placer de sumarnos. Concretamente la XXXIX edición.
Como explican en su página web, la penya Xino-Xano es una entidad cultural lloretenca fundada en 1978, cuya principal objetivo es promocionar y organizar acciones socioculturales que contribuyan a recuperar y dar a conocer costumbres y tradiciones con raíces locales.
De ahí que entre otras actividades se incluya la promoción de els camins de ronda, una de las joyas naturales que poseen las poblaciones de la Costa Brava, entre las que se encuentra Lloret de Mar.
La marxa popular Platges de Lloret de Mar
La marxa popular Platges de Lloret es una de las actividades destacadas del calendario anual de la Penya, y tiene sus orígenes en una decisión que tomaron el Ajuntament de Lloret y la penya Xino-Xano conjuntamente con el antiguo Patronat de Turisme, para conmemorar el Día Mundial del Turismo, que se celebra cada 27 de septiembre.
La finalidad principal de esta actividad es poner en contacto directo a locales y visitantes foráneos con la espectacular naturaleza que ofrece el conjunto de acantilados y playas de la zona. Lugares conocidos por algunos, pero desconocidos por otros muchos, que son una absoluta delicia para pasear y disfrutar, enmarcados en verdaderas imágenes de postal.
La marcha empieza en la platja de Canyelles y transcurre a lo largo de 11 km de costa -la mayor parte al lado del mar-, ofreciendo espectaculares vistas desde las pinedas y los acantilados que hay en primera línea.
Para llegar hasta el punto de salida desde el centro de Lloret de Mar, la organización ofrece a los participantes la posibilidad de subir a un barco y bordear el litoral, o bien trasladarse mediante el servicio de autocares lanzadera que se disponen para ello. Evidentemente, el trayecto en barco es muy aconsejable -aunque hay que acudir con tiempo-, ya que te ofrece la posibilidad de disfrutar de una imagen panorámica de una buena parte del camino de costa que recorrerás durante la marcha.
Las calas y las playas del recorrido
Como hemos dicho, el recorrido se inicia en la platja de Canyelles, tras el “desembarco” de la mayoría de participantes que han llegado por mar. Esta playa es la que se encuentra más alejada del centro urbano, a la que se accede por un tramo de escaleras desde la carretera que te lleva hasta Tossa de Mar.
Desde la playa se sube por ese tramo de escaleras y empieza el paseo a través de diferentes calles de una zona urbanizada, de la que van emergiendo bonitas torres de veraneo con cierto aire vintage.
Finalizado este tramo de paisaje semi-urbano, se desciende nuevamente al lado del mar a través de una tortuosa escalera que te lleva a pasar por diferentes calas, que te vas a ir encontrando hasta llegar a la platja de Lloret, situada en el centro urbano y que es la más extensa, con una longitud de 1,5 km.
La Cala Gran (de pequeñas dimensiones), Sa Tortuga, la Cala Trons, la Cala Frares (donde diferentes montículos de piedra hacen pensar en “frailes” gigantes), hasta llegar a Sa Caleta, es el orden en que te vas a ir encontrando cada uno de estos rincones junto al mar, cada cual más sorprendente. Son zonas de rocas, aisladas y de difícil acceso, lo que asegura su resguardo de las invasiones de bañistas.
Sa Caleta es una cala de pescadores, donde todavía se pueden ver las barcas varadas en la arena, y diferentes aparejos de pesca. Está situada junto a la platja de Lloret y a los pies de la casa-castell de Narcís Plaja, un símbolo indiscutible del litoral de Lloret de Mar.
El castell d’en Plaja, como se conoce popularmente, se construyó en 1935 y es de propiedad privada. Aunque no está abierto al público, hay que reconocer que se ha convertido en uno de los símbolos de Lloret de Mar y en uno de los objetivos fotográficos ineludibles de la mayoría de personas que van de visita.
A 5 minutos de allí, en un promontorio, está el poblado ibérico del turó Rodó, el que sí que se puede visitar. Se trata de un antiguo lugar de vigilancia y punto de comercio con otros pueblos del Mediterráneo. Además de poder disfrutar de una impresionante panorámica sobre la bahía de Lloret de Mar, la reconstrucción de una de las casas ibéricas sirve para conocer cómo vivían los primeros pobladores del lugar.
A esas alturas del recorrido toca cruzar el passeig Marítim, en dirección sur, hasta la punta de Sa Caravera. Un recorrido completamente plano hasta llegar al final, donde volverás a tener que subir un tramo de escaleras y pasarás junto al monumento de la Dona Marinera (también conocida como la Venus de Lloret), otro de los símbolos icónicos de esta población de La Selva.
Seguimos paseando hasta llegar a la platja de Fenals, empezando bordeando la costa y finalizando a través de una zona urbanizada, donde la mayoría de las casas son de nueva construcción. A esta altura del recorrido, situado sobre el acantilado que acaba en la cala Banys, están los restos del antiguo castell de Sant Joan.
Tras la platja de Lloret, la platja de Fenals es la siguiente en extensión. Está situada en una pequeña bahía delimitada por la punta de Sa Caravera y Sa Boadella, y que la mantiene a resguardo del viento de tramontana que suele soplar en la Costa Brava.
En la parte sur de la platja de Fenals pasarás junto a la Casa del Mar, un espacio gestionado por la entidad medioambiental Xatrac, cuyo principal objetivo es la de acercar la ciencia y el medio ambiente a la sociedad, con la finalidad de concienciar hacia la mejora de su gestión y conocimiento.
Tras cruzar la platja de Fenals -en la que está el hotel Rigard que visitamos hace un tiempo-, empezamos a ascender y a rodear la impresionante finca de Can Roviralta, donde están els Jardins de Santa Clotilde, cuya historia mezcla amor, historia, política y cotilleo que tenemos pendiente de resumir en un post, que algún día llegará…
Una vez superada una nueva parte urbanizada, el camino te volverá a llevar hacia el interior de la pineda, desde la que se divisa la Platja de Sa Boadella, sin llegar a pisarla.
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Medio cala, medio playa, la Platja de Sa Boadella es nuestro rincón preferido de Lloret de Mar, al que solemos ir en verano a disfrutar del sol y del mar. Dado que solo se puede llegar a ella a pie, por un camino de tierra a través de la pineda que la franquea, es un lugar que todavía se mantiene bastante ajeno a las multitudes, y conserva un aspecto virgen de aguas cristalinas.
Y finalmente, siguiendo las marcas del GR 92, llegamos al punto final de nuestro paseo: la Platja de Santa Cristina. Situada a los pies de la ermita dedicada a esa misma santa y a los del Hotel Santa Marta, uno de los establecimientos más emblemáticos de la zona.
Esta playa también destaca por estar en un emplazamiento maravilloso, protegida del viento y con un mar relativamente en calma, en donde acaba el recorrido y llega el momento de disfrutar -como suelen hacer en cada edición del Xino-Xano- de una sardinada en primera línea de mar.
Sin lujos, pero con calidad y mucho corazón los miembros del grupo preparan las parrillas para regalar a los participantes un excelente plato de sardinas asadas, de lo más fresco, nada más llegar a la meta.
Ruta de las playas, para recorrerla en familia
▪️ Recorrido: 9,4 km
▪️ Duración aproximada: 3h
▪️ Dificultad: Nivel fácil
▪️ Itinerario: Desde la platja de Canyelles hasta la platja de Santa Cristina (o viceversa).
Epílogo
En resumen, no podemos por más que afirmar que siempre es un placer regresar y volver a disfrutar de Lloret de Mar, y es evidente que el camí de ronda lloretenc es uno de los mayores espectáculos naturales de la zona… Aunque hay muchos más que os iremos contando poco a poco. Nuestra visita a Lloret nos dio para otros tantos regalos visuales y emocionales.
Para saber más:
Marxa popular Platges de Lloret de Mar
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