“El que escucha música siente que su soledad, de repente, se puebla”, Robert Browning (1812-1889). Poeta inglés que está enterrado en el Poet’s Corner de la Abadía de Westminster.
La tarde de ayer presentó un escenario inmejorable para terminar el día. El Palau de la Música Catalana, Patrimonio de la Humanidad, fue el lugar elegido por Cementiris de Barcelona para celebrar el Concert de Tots Sants que, junto al que desde hace seis temporadas se viene celebrando en el Fossar de la Pedrera, por segundo año consecutivo vuelve a dedicarse a la memoria de todas aquellas personas enterradas en los cementerios de la ciudad.
Y cuando se une el mejor de los escenarios y una orquestra con absoluta proyección, el resultado no es otro que una oda a la vida a través de la música. La orquestra de la Escola Superior de Música de Catalunya y músicos de Nessun Dorma, dirigidos por Carles Miró, nos regalaron un magnífico recorrido por emblemáticas bandas sonoras de la historia del cine que comenzaron con la genialidad de los compositores clásicos en las películas de fantasía, continuaron por una selección de notables bandas sonoras con personalidad propia, y acabaron con una selección de cine sinfónico, que completaron con un potente “bis” fuera de programa, que provocó el deleite de los espectadores.
La interpretación y pericia instrumental de cada uno de los jóvenes músicos, junto al sentido de ejecución de conjunto mantuvieron al público enganchado desde el primer momento, cuyo resultado final fue un apoteósico aplauso colectivo, con las gradas puestas en pie.