Una crónica de Clàudia Martínez i Piñero
En el número 19 de Passeig de Gràcia, la Bolsa de Barcelona pasa desapercibida para los turistas y trabajadores del Eixample que pasan por delante. El Financial Times del quiosco que hay delante recuerda los números negativos del lunes debido a la caída de los precios del petróleo. Según los expertos, los cambios en el precio del crudo tienen un impacto en los resultados corporativos que se traduce en la oscilación del precio de las acciones.
Hoy es un día nuevo y la incertidumbre volverá a ser la protagonista. En el interior de uno de los edificios más apagados de la calle más señorial de Barcelona, al contrario de lo que se cree, la Bolsa de Barcelona no es una olla de nervios como las películas que emulan Wall Street, a pesar de que la incertidumbre del mercado esté siempre presente.
No se ven americanas ni corbatas. Tampoco nadie que se lleve las manos a la cabeza con cara de sorpresa porque los números ahora son rojos. El parqué electrónico ha eliminado la compra-venta oral y así, la concurrencia de inversores. Desde 1990, se ha desarrollado la plataforma Sibe-Smart, la cual permite recibir información del mercado a tiempo real de manera digital.
Las únicas protagonistas que hay en el parqué son las 600 pantallas ordenadas por sector, además del espacio dedicado a las agencias de valores de bolsa, sociedades y bancos que se dedican a la compra-venta de acciones. En medio, una mesa alargada con ordenadores y teléfonos que permiten comunicarse con los intermediarios en cuestión de segundos. Es la Bolsa y el tiempo es oro.
El escenario lo preside una pantalla gigante sobre la puerta de entrada. En ella aparecen las noticias del día (pueden modificar las decisiones de compra-venta), informaciones detalladas del Ibex-35 en números y gráficos, y datos de los índices internacionales. Ahora mismo, el gráfico marca que el Ibex-35 apunta a la alza.
Tres colores, además del azul con que aparecen el nombre de las empresas, marcan la dinámica: el verde, el amarillo y el rojo. Cuando los números aparecen escritos en verde, buena noticia, los buenos resultados hacen subir la empresa al cielo; pero cuando salen en rojo, los números son negativos y, por lo tanto, también los resultados. El amarillo muestra neutralidad. Es el caso de la bolsa de Nueva York, los índices americanos no cotizarán hasta las 15:30.
-Mira, ahora el Ibex-35 apunta a la baja.
Han pasado 30 minutos, un mundo en la Bolsa. El Ibex-35 marca números rojos. A excepción de seis señores de avanzada edad, no ha aumentado el movimiento de personas. La sesión seguirá hasta las 17:30, y también lo hará la incertidumbre. Y mañana, mañana se abrirá una nueva sesión y será un día más en la Bolsa. O quizás no.