LA TORRE AGBAR YA TIENE DIEZ AÑOS

Torre Glòries (antigua Torre Agbar) | A lo largo de la historia, cada vez que Barcelona ha acogido un acontecimiento de vocación universal, como las exposiciones de 1888 y 1929 o los Juegos Olímpicos de 1992, su paisaje urbano ha experimentado espectaculares transformaciones.

En 2004, la celebración del controvertido Fórum Universal de las Culturas fue motivo de una de esas intervenciones urbanísticas, que incorporó a la ciudad nuevos espacios públicos y edificios que han pasado a formar parte de su iconografía. Uno de ellos es, sin lugar a dudas, la Torre Agbar, inaugurada oficialmente el 16 de septiembre de 2005.

La Torre Agbar situada junto a la plaça de les Glóries, concretamente en la confluencia de la Avinguda Diagonal con la calle Badajoz, se considera la puerta de entrada al Distrito 22@, un barrio que nació con la etiqueta de “distrito tecnológico”.

Aunque inicialmente el aspecto del edificio, rompedor entre las construcciones de Barcelona, fue ampliamente criticado e incluso apodado despectivamente como “el gran supositorio” o “el enorme falo”, con los años ha acabado convirtiéndose en un icono de la ciudad, del que muchos barceloneses nos sentimos orgullosos y que si desapareciese encontraríamos a faltar.

No solo se ha integrado en el skyline de la ciudad (en el momento de su inauguración se convirtió en el tercer edificio más alto de Barcelona, tras el Hotel Ars y la Torre Mapfre del Port Olímpic), sino que es uno de los símbolos de la Barcelona más innovadora y moderna, además de un atractivo turístico que ha entrado a formar parte de los recorridos por los lugares más representativos de la ciudad, tanto por tierra como por aire.

El porqué de ese aspecto, según explicó Jean Nouvel en su momento, se debe a una fuerte carga simbólica basada en varios elementos arraigados a Cataluña, como son los diseños arquitectónicos de Antoni Gaudí y el macizo rocoso que forman las montañas de Montserrat.

Según el arquitecto, para diseñarlo se inspiró en los campanarios de la Sagrada Familia y en un supuesto proyecto que Gaudí presentó a los hoteleros de Nueva York en 1908, con la finalidad de construir el Hotel Attraction, que nunca no llegó a realizarse, pero que desde 1978 está en el libro Delirious New York de Rem Koolhaas, toda una referencia en el mundo de la arquitectura mundial. No obstante, esos argumentos siempre han dejado lugar a la duda, ya que si vas a Londres te sorprenderá ver que allí también hay una torre muy similar –la 30 St Mary Axe– construida por Norman Foster dos años antes que la de Barcelona.

Otro argumento del arquitecto sobre el diseño fue que el edificio se construyó con la finalidad de convertirse en los cuarteles generales de la Compañía Aigües de Barcelona, por lo que también podía ser visto como un enorme geiser que brotaba de las profundidades. ¡Imaginación al poder!

Pero independientemente de si hay o no simbolismo, lo cierto es que lo que nadie pone en duda es que uno de sus fuertes es su iluminación. Un sistema que no solo ilumina cada día las primeras horas de la noche barcelonesa, sino que ya se ha convertido en un referente ineludible en celebraciones destacadas –como por ejemplo Navidad- o acontecimientos importantes tanto a nivel de ciudad como a nivel global -como el Día de la Mujer o el Día de los Derechos Humanos-.

El sistema que ilumina la totalidad de la fachada externa como un monolito, conocido con el nombre de Diffraction,  está basado en un sistema informático y miles de dispositivos luminosos con tecnología LED que permiten crear hasta 16 millones de matices de color, y es obra del artista francés Yann Kersalé que lo ha descrito como “una vaporosa nube de color que busca el efecto moiré” (ondulante o fluctuante). En definitiva, genialidades de la tecnología actual cuyo resultado nos hace exclamar más de un ¡Oh! de admiración.

Curiosidades

• Es obra del arquitecto Jean Nouvel y de la firma b720 Fermín Vázquez Arquitectos, que unos años más tarde también llevaron a cabo la construcción dels Encants Nous (Feria de Bellcaire), muy próxima a la Torre Agbar.
• Su construcción duró seis años, desde mediados de 1999 hasta principios de 2005.
• Mide 145 metros de altura.
• Tiene un total de 38 plantas, 34 plantas sobre la superficie y 4 plantas subterráneas.
• En la planta 31 hay un mirador.
• Ocupa un espacio total de 50.695 metros cuadrados de superficie.
• Dispone de un auditorio en dos de las plantas subterráneas con capacidad para 316 personas.
• Los principales materiales usados en la construcción son hormigón, acero, aluminio y vidrio.
• La torre está formada por dos cilindros ovales, que uno cubre totalmente al otro.
• El cilindro exterior dispone de 4500 ventanas, recubiertas con 59619 láminas de vidrio transparente y traslúcido.
• El aluminio y el vidrio recubren 16000 metros cuadrados de su superficie exterior.
• El diseño del recubrimiento exterior, realizado con láminas de aluminio de distintas tonalidades y diferentes inclinaciones de apertura junto a los vidrios que las recubren, hace que el reflejo de la luz sobre la torre cambie su apariencia cromática a lo largo del día o en las diferentes estaciones del año.
• Desde 2011 tiene el título de «edificio verde» en eficiencia energética de la Comisión Europea.
• El 16 de noviembre de 2013 el grupo inversor Emin Capital compró el edificio para convertirlo en un hotel de lujo de la cadena hotelera estadounidense Hyatt.

Galería fotográfica