A finales del mes de julio, uno de los lugares más emblemáticos de Palma de Mallorca irrumpe en los titulares de prensa año tras año. Y no es otro ese lugar que el Palau de Marivent, cuando vuelve a convertirse en el lugar de vacaciones del Jefe de Estado español junto a su familia.
El palacio no está abierto al público. Pero no ocurre lo mismo con sus jardines, que en mayo de 2017 se abrieron a la ciudadanía, gratuitamente y durante la mayor parte del año (exceptuando 15 días en Semana Santa y del 15 de julio al 15 de septiembre, periodos que suelen coincidir con las habituales estancias reales en Palma).
En una de las últimas visitas a Palma de Mallorca tuve el placer de poder recorrerlos, por lo que me ha parecido más que indicado dedicarles un artículo en el blog, como tarjeta de presentación para ir explicando historias sobre Baleares y sus maravillas varias.
Un espacio verde de casi 10.000 metros cuadrados
El espacio verde ocupa una superficie de 9.155 metros cuadrados y destaca por su valor botánico, cultural, histórico y simbólico, constituyendo un magnífico ejemplo de jardín mediterráneo, con un total de hasta cuarenta especies vegetales diferentes, la mayoría de carácter autóctono.
Los jardines cuentan con diferentes senderos marcados, para poder visitarlos por distintos recorridos, a lo largo de los cuales te vas encontrando diferentes paneles con información sobre el lugar y sobre las diferentes especies vegetales con las que te vas cruzando.
Dispone de bancos y papeleras, así como de aseos públicos y accesos para personas con movilidad reducida. Y, aunque actualmente cada vez hay más lugares pet friendly, me sabe muy mal no poder asegurar si los perros son o no aceptados en este lugar.
Esculturas de Joan Miró
Una de las curiosidades que te vas a encontrar allí es una exposición permanente de doce esculturas de Joan Miró, realizadas en bronce, que quieren dejar constancia del especial vínculo que tuvo el artista con Palma de Mallorca, ciudad en la que contrajo matrimonio con Pilar Juncosa (nacida en Palma en 1904) y en donde residió, de manera intermitente, desde los años 40 del siglo XX hasta su fallecimiento, el día de Navidad de 1983.
Estas esculturas pueden ser una buena excusa para despertar el interés de los posibles visitantes por acercarse hasta la Fundació Pilar i Joan Miró, uno de los pocos museos que ofrecen la posibilidad de disfrutar de la atmósfera de creación en la que trabajo el artista.
La Fundación cuenta con tres edificios singulares, dos de los cuales fueron usados por Miró como talleres de trabajo.
El Palau de Marivent
El Palau de Marivent, como ya he dicho, ha sido la residencia estival de la Familia Real española desde que, en 1973, la antigua Diputación Provincial de Palma cedió su uso -no su propiedad- a los todavía príncipes Juan Carlos y Sofia.
Está situado en Cala Major, uno de los barrios de Palma de Mallorca que hay en el Districte de Ponent.
Ocupa una extensión de 33.000 metros cuadrados de terreno, y una de las principales características del palacio es su situación estratégica, construido sobre una zona rocosa cubierta de pinos, al borde de un acantilado con vistas hacia la Bahía de Palma.
La ceremonia oficial de cesión del uso de la residencia se celebró en el salón principal del complejo de Marivent, el sábado 4 de agosto de 1973, por parte del arquitecto José Alcover, presidente de la Diputación Provincial en aquel momento. Buscando en la hemeroteca de la época, se precia que el acto incluyó parlamentos, un aperitivo y un recorrido por el interior del palacio por parte de la princesa Sofia y de las esposas de las autoridades asistentes.
El no museo de Ioannes Saridakis
El Palau de Marivent es obra del arquitecto Guillem Forteza i Pinya. Construcción que llevó a cabo entre 1923 y 1925, por encargo del pintor egipcio Ioannes Saridakis, quien lo habitó hasta su muerte.
Tras su fallecimiento en 1965, su viuda Ana Marconi lo cedió a la Diputación Provincial de Baleares, junto a todo su contenido, para que lo reconvirtiesen en un museo dedicado al pintor.
Aunque en un principio parecía que así ocurriría, finalmente la Diputación no cumplió con las condiciones de la cesión y, bien al contrario, cedió su uso a la Familia Real española, con la consiguiente polémica judicial por parte de los herederos del pintor. El litigio finalizó en 1986 y obligó a restituir los muebles y el patrimonio artístico a la familia Saridakis.
En consecuencia, dado que el palacio quedó vacío, Patrimonio Nacional se encargó de volver a decorar las paredes de la casa con pinturas y esculturas de propiedad pública.
La finca cuenta con el propio Palau de Marivent, que es el edificio principal, y las villas anexas de Son Vent y Son Ventet, situadas en unos terrenos anexos, cedidos por el Ministerio de Defensa al Govern Balear a principios de los 90.
El edificio principal
El edificio principal tiene aspecto de fortaleza medieval con toques modernistas. Aunque en un principio estuvo abierto al público, tras la cesión a la Familia Real el acceso se cerró.
Cuenta con una superficie de unos 900 metros cuadrados. En la primera planta están los salones y el comedor oficial, junto a varios despachos y los dormitorios de los reyes eméritos, así como los de los invitados. La segunda planta, en su momento, acogió los dormitorios del anterior príncipe de Asturias y de las infantas, que usaron durante su infancia.
El torreón, uno de los elementos característicos del edificio, se construyó a modo de simple ornamento, pero con la llegada de los royals se transformó en un estudio.
Dicen que uno de los elementos más atractivos del edificio es la terraza que, a modo de gran balcón sobre la bahía, se usa como comedor de verano. A un nivel inferior está la piscina y una escalera de piedra desde la que se puede acceder directamente al mar a través de una plataforma situada entre las rocas.
Junto al edificio principal de Marivent hay una masía -que ya existía en el momento de la cesión-, destinada al alojamiento de los miembros del servicio, y donde también está la sala de prensa. Posteriormente se construyeron unos apartamentos en primera línea, para que se hospedasen otros funcionarios de la Casa Real.
Son Vent
La villa y los terrenos de Son Vent se incorporaron al conjunto de Marivent en el año 1991, cuando la Armada -propietaria de los mismos- se los cedió al actual rey, entonces príncipe de Asturias, para acoger a su futura familia durante el verano.
El edificio se encuentra rodeado de unos jardines de palmeras y árboles frutales, con pozo y piscina, y está situado a unos cien metros del propio Palau de Marivent.
Tiene una superficie de 500 metros, repartidos entre dos plantas y una torre central a modo de buhardilla, que cuenta con ocho habitaciones, una biblioteca, un salón, un comedor, una cocina y tres cuartos de baño. Además de una terraza con porche que rodea la casa, y está encarada hacia el mar.
Son Ventet
La finca de Son Ventet también se anexionó al recinto original para acoger a las familias de las dos hermanas del actual rey.
Cuenta con varias edificaciones, entre las que se encuentran las dos casas que ocupaban habitualmente las infantas con sus respectivas familias, ambas de unos 200 metros cuadrados cada una.
Aunque desconozco cuál es la situación actual de su uso, dado los problemas familiares «reales», antiguamente la infanta Elena solía habitar lo que era una antigua residencia de oficiales, y la Infanta Cristina, un antiguo almacén de alimentos.
En Son Ventet también está la Masia dels Posaders, usada principalmente como casa de invitados, y donde se suelen alojar los familiares de la reina Sofia cuando visitan la isla de Mallorca.
¿La residencia de la reina emérita?
Siempre se ha comentado que la reina Sofia siente un especial aprecio hacia el complejo de Marivent. De hecho, dicen, que ha confesado que le recuerda el Palacio de Tatoi, situado a 20 km de Atenas, en donde solía pasar los veranos de su infancia y juventud, mientras vivió en Grecia.
Por ello, cuando hubo el traspaso entre la jefatura del estado, se comentó que el Palau de Marivent podría convertirse en la residencia habitual de la reina emérita, dadas las largas temporadas que ya pasa de por si en ella.
No obstante, hasta el momento nunca se ha llegado a llevar a cabo esas suposiciones, y la reina emérita sigue teniendo residencia oficial en Madrid, aunque el Palau de Marivent sigue siendo un lugar de obligada visita para ella.
Siempre he pensado que se podría haber convertido en el «Château du Stuyvenberg español»… aunque todavía no haya enviudado.
El Palacio Real de la Almudaina
A pesar de lo que se cree, y de haber servido de sede oficial de la Corona en más de una ocasión (audiencias a los presidentes del Gobierno y recepciones de mandatarios extranjeros), el Palau de Marivent está considerado como una residencia de carácter privado. Algo así como el Palacio de la Zarzuela en Madrid.
La verdadera residencia oficial del jefe del Estado en Baleares es el Palacio Real de la Almudaina, antigua sede de la Capitanía.
Aunque nunca lo han habitado, es donde suelen celebrar las recepciones oficiales y actos protocolarios. De hecho allí es en donde, hasta hace unos veranos, los monarcas ofrecían una cena a las primeras autoridades de las Islas Baleares, a mediados de agosto, antes de finalizar sus vacaciones y regresar a Madrid.
El Palau También ha servido de residencia de invitados para diferentes mandatarios internacionales, como los emperadores de Japón o el presidente Bill Clinton.
Si alguien está interesado en irlo a visitar, ese imponente alcázar de 1309 está abierto al público, y se puede visitar por libre, previo pago de entrada.
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