Hace unos días tuve el placer de participar en un desayuno de trabajo en un lugar ideal. Tranquilo, lujoso y de excelente variedad gastronómica. Os estoy hablando del Hotel Avenida Palace, quizá el único hotel de Barcelona que conserva todo el lujo vintage de antaño, pero totalmente adaptado a las innovaciones más actuales.
La casualidad quiso que, finalizado el encuentro, nos ofreciesen la posibilidad de recorrer las estancias del hotel para conocerlo algo más detalladamente. Dada la buena impresión que me llevé, no he podido por más que compartirlo en el blog.
Echando la vista atrás
Vieja raigambre de un edificio nuevo.
«Tras su inauguración oficial, el Hotel Avenida Palace ha entrado a formar parte de la vida de la ciudad con el empuje y el brío de sus últimos adelantos técnicos y con la fuerza abrumadora de su solera barcelonísima. Porque el nuevo hotel estaba ya arraigado en nuestra ciudad antes de abrir sus puertas.
El anterior marqués de Sagnier, arquitecto que gozó de extraordinario renombre y cuyas principales obras son hoy legítimo orgullo de nuestra urbe, construyó en el lugar donde hoy se levanta el Avenida, la célebre “Casa Llibre”, que tan gratos recuerdos ha dejado en los fastos de la vida barcelonesa. Y el actual marqués, arquitecto también de justa fama, ha construido el hotel sobre la base de la obra de su padre, respectando las líneas de estilo del anterior establecimiento con el propósito de guardad para la ciudad el objeto de sus antiguos recuerdos junto al testimonio de su actual pujanda.
Este acertadísimo criterio ha calado hondo en el barcelonés acogedor y amante de su ciudad”.
De esta manera es como explicaban en La Vanguardia del 20 de mayo de 1952 lo que vino a representar para Barcelona la apertura del Avenida Palace, un hotel que ya se consideraba parte de la ciudad. Solo cuatro días antes, otra publicación en el mismo diario dejaba constancia del destacado acto que se había celebrado para su inauguración.
Fue el jueves 15 de mayo de 1952, y como mandaba el programa de las ceremonias de inauguración de la época, entre las autoridades que asistieron al acto estuvo el arzobispo ad personam de Barcelona, Gregorio Modrego, que se encargó de bendecir el edificio. Ceremonial que nos puede generar una sonrisa sarcástica, pero que era muy habitual en la Barcelona de aquellos tiempos.
Leyendo el artículo, también puede que llamen la atención algunos de los datos técnicos con los que se completa la información. Por ejemplo la mención de los 700.000 ladrillos empleados en la construcción, o los 500 teléfonos comunicados por veinte líneas con los que se dotó las instalaciones del hotel. Detalles que hoy en día nos pueden parecer irrelevantes, pero que en la época dejaban constancia de la envergadura del nuevo hotel.
De la mano del arquitecto Josep María Sagnier, el estilo clásico y lujoso del nuevo hotel supo recoger el glamur que hasta entonces había ostentado la Casa Llibre, el establecimiento que desde 1925 había ocupado el mismo lugar donde se levantó el hotel, y que era todo un referente para la alta sociedad barcelonesa.
En la Barcelona actual
El Avenida Palace continua manteniendo el estilo elegante y lujoso de sus inicios que, tras diferentes renovaciones, ha sabido compatibilizar e implementar con las comodidades e innovaciones de los establecimientos más modernos.
Disfrutar de un desayuno-buffet, mientras celebras una reunión de trabajo, es una experiencia de lo más recomendable, tal y como pude comprobar personalmente. ¿Por qué no darse un capricho?
Y si te lo puedes permitir, totalmente impresionantes cualesquiera de las dos suites que hay junto a la azotea, y que como sus nombres indican –la suite Tibidabo y la suite Sagrada Familia– te permitirán disfrutar de una vistas privilegiadas de lo más recomendable desde sus terrazas privadas.
Y como no podía ser de otro modo, entre los servicios que ofrece el hotel, también tiene su espacio la organización de eventos, tanto corporativos como privados.
El lugar mítico: Beatles Suite
Entre sus exclusividades, te ofrece la posibilidad de poder alojarse en la suite que recuerda a los huéspedes que marcaron el antes y el después de la historia del hotel, concretamente la noche del 3 de julio de 1965. A pesar de que la lista de personalidades y famosos que se han alojado en el hotel es destacada, fue la estancia de Los Beatles la que supuso un verdadero punto de inflexión.
Por eso, para recordar la efemèride de manera continuada, el hotel ha acondicionado uno de los espacios en los que se alojaron los músicos a modo de suite temática, donde los beatlesmaníacos pueden alojarse rodeados de toda una iconografía con la que soñar y regresar parcialmente a los años 60, y recordar el paso del Cuaterto de Liverpool por Barcelona… Pero, evidentemente, disfrutando de las comodidades actuales.
Un mirador en el corazón de la ciudad
Y para acabar nuestro recorrido por el Hotel Avenida Palace, nos vamos hacia la terraza superior, una azotea destinada antiguamente a servicios de mantenimiento, que desde 2014 se ha recuperado para el uso y disfrute de los clientes del hotel.
Además de descubrir una coqueta piscina climatizada, una zona fitness y un solárium, lo que más llama la atención son las inesperadas vistas panorámicas sobre Barcelona.
Unas vistas que te permiten descubrir excelentes puntos de foto desde el mismo centro de la ciudad, algo diferentes a los habituales, especialmente los de algunos edificios que solemos mirar de abajo hacia arriba, y no de arriba hacia abajo… como el edificio del Banco Vitalicio o las Casas Rocamora.
En definitiva, un lugar ideal para disfrutar de Barcelona a vista de pájaro desde el mismo corazón de la ciudad, y que vale la pena no dejarse perder.
Avenida Palace
Gran Via de les Corts Catalanes, 605-607
Barcelona