Una de las mejoras maneras de sumergirte en la cultura de un lugar, y poder conocerlo a fondo, es a través de su gastronomía y sus tradiciones culinarias. En el caso de Lloret de Mar, esa «gran desconocida» localidad de la Costa Brava, tiene en su cocina marinera es una de sus fortalezas, y es una muy buena manera de comenzar a descubrir (o redescubrir) un lugar que realmente se lo merece.
Jornadas gastronómicas del arroz
Convertido ya en un evento imperdible del calendario anual de Lloret de Mar, llegado el buen tiempo, se organizan «les Jornades Gastronòmiques de l’Arròs» en las que esta población marinera nos abre sus puertas para ofrecernos una buena muestra de esa gastronomía tradicional.
Usando el arroz como ingrediente principal, un importante número de restaurantes y hoteles de la zona se unen para ofrecer a los visitantes una muestra de su rico patrimonio gastronómico.
Consultar el listado y elegir uno ellos puede ser una fantástica excusa para regresar a Lloret de Mar y disfrutar de alguno de los menús propuestos, en los que se entremezcla la cocina creativa con platos de arroz de “los de toda la vida”, tal y como los preparaban los propios pescadores… Si quieres guardar el secreto, (Shhh), parece ser que el truco de la exquisitez del arroz más popular de la zona es que en la elaboración de la receta marinera se sigue usando cebolla caramelizada y tomate escalibado para hacer el sofrito…
La Barca d’Or del Hotel Rigat
Y aprovechando que visitamos una población donde muchos de sus antiguos habitantes hicieron “las américas”, que mejor manera que probar esta suculenta propuesta gastronómica que en un lugar especial. Un lugar, que nada más entrar, te traslada a las grandes mansiones coloniales de los indianos enriquecidos en el Caribe.
Se trata del Hotel Rigat, un establecimiento de 5 estrellas situado junto a la platja de Fenals, que todavía conserva el ambiente acogedor y hogareño con el que la familia Rigat lo construyó hace ya más de 60 años, y que ha sabido irse adaptando perfectamente a los nuevos tiempos, manteniendo su estilo original.
Dado que el hotel está construido frente a la playa, las vistas hacia el mar son espectaculares desde la mayoría de sus salones y terrazas, y ello le da un plus de interés a las diferentes zonas que tienen destinadas a la organización de convenciones y eventos. Luz natural y brisa marina; excelente combinación.
Y entre toda su oferta de servicios y actividades destaca la alta gastronomía que ofrece el restaurante «Barca d’Or». Toda una auténtica maravilla de lugar, tanto por el entorno y la decoración, como por la exquisita oferta de su cocina, tradicional y especializada en productos del mar, pero con un toque de fusión internacional.
En el restaurante suelen ofrecer menús gastronómicos, que durante las actuales jornadas incluye un arroz caldoso como plato principal, precedido de un aperitivo de bienvenida y un mil hojas de foie, anguila ahumada y manzana, y seguido de un esponjoso de coco sobre sopa de piña y helado de canela. Todo ello regado con un cava selección Rigat. Y que, personalmente, nos pareció muy recomendable, especialmente para los que nos gusta disfrutar de lugares espectaculares.
Patrimonio y naturaleza
Y como no podía ser de otro modo, ir a disfrutar de alguna de las magníficas propuestas que nos ofrecen estas jornadas gastronómicas te lleva a tener que ir, sí o sí, a visitar o recorrer alguno de los tantos lugares que te esperan en Lloret de Mar.
En nuestro caso, aprovechamos la mañana para visitar el Museu del Mar, en donde puedes revivir la historia de Lloret, un pueblo arrán de mar, habitado por personas emprendedoras a las que la vida les llevó a tener que establecer una relación más que especial con él, algo que no marco solo su carácter, sino su propia historia.
Y tras el delicioso menú que degustamos en el Hotel Rigat, optamos por ir a recorrer un pequeño trato de la Ronda de Mar, dado que el día que había amanecido algo cubierto y lluvioso, finalmente nos regaló un estupendo sol.
Aunque la visita fue algo breve, tengo claro que volveremos. No es la primera vez que vamos a Lloret de Mar, pero sí que ha sido la primera en que nos hemos quedado maravillados del rico, y desconocido, patrimonio histórico y cultural de la ciudad.
Lloret de Mar es una de las poblaciones de la costa catalana que mejor se ha reinventado a lo largo de los últimos años. De pueblo de pescadores y marineros, pasó a ser destino turístico de jóvenes que buscaban diversión, sol y playa, algo que influyó negativamente en la imagen general de la población. No obstante, en la actualidad todo ese Lloret de Mar histórico y encantador vuelve a reivindicarse y a atrapar a los curiosos forasteros que decidimos ir a dar un paseo, y quedamos fascinados por encantadores lugares de la población que muchos descubrimos por primera vez.
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Para saber más:
Turismo de Lloret de Mar
Hotel Rigat. Restaurant Barca d’Or