El nombre de Escocia evoca muchas cosas. Forma parte de la Gran Bretaña junto con Inglaterra, el País de Gales e Irlanda del Norte. Es una tierra milenaria llena de tradiciones y con un pasado enraizado con los vikingos, que la invadieron en varias ocasiones, y cuyo legado lo podemos determinar en ciertas fisonomías y estructuras físicas de los escoceses actuales.
También es importante la aportación inglesa. A pesar de haber sido unos de los invasores de esta tierra, su historia va íntimamente ligada a ellos. La reina de Escocia, María Estuardo, era prima de la reina Elizabeth I, hija de Enrique VIII. Y como en cierto modo, le podía hacer sombra y hacerse con el poder, después de estar muchos años en prisión (20), finalmente fue ejecutada.
Mirada al futuro de Escocia desde el compromiso con la sostenibilidad
La Escocia actual es un territorio que mira hacia el futuro y se compromete con la sostenibilidad y mejora del medio ambiente.
Una de las actuaciones que más me ha llamado la atención es la plantación masiva de árboles en las Highlands, de la cual se verán los resultados en el futuro. Con ello se intenta remediar, de alguna manera y creo que de forma muy positiva, el talado de árboles que sufrieron durante siglos. Empezando por los que llevaron a cabo los tercios romanos, que utilizaron la madera escocesa como materia prima en sus construcciones, diezmando los bosques de los pictos (antiguos pobladores de Escocia).
Una curiosidad que he aprendido en este viaje es que la festividad de Halloween, que todos damos por sentado que tiene sus raíces en América del Norte, en realidad tiene raíces escocesas. Cosa que no me sorprende en absoluto dada la afición de los escoceses a todo lo que se supone paranormal y fabuloso, según fábulas, mitos y leyendas. En realidad, la festividad era la del Samhain. Y en lugar de adornar calabazas, lo que adornaban era ¡nabos!
Whisky & kilts. Dos elementos que caracterizan Escocia
No podemos evocar la tierra escocesa sin tener en cuenta dos elementos que la caracterizan y por la que se le reconoce mundialmente. Uno es el whisky escocés. El otro, la vestimenta de los hombres: el kilt.
El whisky escocés
Poco hay que explicar sobre el whisky escocés, de sobras conocido. Pero lo que sí que vale la pena comentar es que les ha salido un duro competidor en el mercado japonés actual. Claro que un poco de culpa la tienen los propios escoceses, por haber facilitado el know-how y los entresijos de su elaboración a visitantes japoneses, en los años 20 del siglo pasado.
Visitamos una destilería en Inverness, situada en el centro de la ciudad, cosa muy poco frecuente ya que, debido a problemas medioambientales en la elaboración, los permisos son muy difíciles de obtener.
La destilería se creó en 2022, y aún no han podido comercializar el whisky ya que está en fase de reposo y envejecimiento. Así que, mientras tanto, han decidido optar por comercializar cerveza, cuya elaboración es mucho más sencilla y rápida, y así pueden cubrir los gastos del día a día.
El kilt
Respecto al kilt, siempre conlleva la pregunta de si es una falda escocesa o no. Y si los hombres llevan ropa interior o no.
Los escoceses evitan la polémica diciendo que si no se lleva ropa interior debajo, es un kilt. Si se lleva, es simplemente una falda. Como es un lugar muy ventoso, y para evitar posibles situaciones comprometidas, se lleva una especie de bolsa adornada en la parte delantera, llamada “sporran”, que pesa mucho y hace la función de contrapeso para evitar que el kilt se levante.
El instrumento que siempre se asocia con los escoceses es la gaita. Como curiosidad, debemos hacer notar que es el único instrumento musical que se considera un arma de guerra. Este hecho se debe a que en los regimientos británicos siempre había un destacamento de gaiteros escoceses que hacían servir el sonido de la gaita para amedrentar al enemigo. En la actualidad, se pueden cursar estudios universitarios para conseguir ser virtuoso de la gaita escocesa.
La mítica Batalla de Culloden
Una parte transcendental en la historia escocesa la tienen las guerras jacobitas, con la derrota final, a manos inglesas, en la batalla de Culloden (1746).
Visitando el campo de batalla se entiende perfectamente el porqué de la derrota. Los escoceses disponían únicamente de la fuerza física y el efecto sorpresa contra el enemigo. Generalmente se lanzaban a la batalla desde una colina y contaban con que el enemigo no los esperaba. En el caso del ejercito inglés estaban preparados tanto militar como armamentísticamente, por lo que los superaban en número y en efectivos.
El campo de batalla en Culloden es un terreno plano. Seguramente, y dado que la batalla tuvo lugar en primavera (16 de abril), el terreno estaría absolutamente embarrado e impracticable. Debido a la obcecación del dirigente jacobita escocés, príncipe Carlos Eduardo Estuardo, (conocido popularmente como Bonnie Prince Charlie), los escoceses presentaron batalla en el lugar, en unas condiciones de absoluta inferioridad, lo que tuvo como consecuencia una derrota terrible.
Escocia, plató de cine
No podemos dejar pasar de explicar la visita al país sin hacer mención a algunas de las películas que se han filmado en su suelo. Entre ellas, Chariots of Fire (Carros de Fuego) que se filmó, entre otras localizaciones, en la playa de Saint Andrews. Pueblecito, en cuya universidad se conocieron los actuales príncipes de Gales (duques de Rothesay, en Escocia), William y Kate.
Por supuesto, la serie Outlander. Con localizaciones en Edimburgo, Glasgow (la universidad), Fort William, Inverness y en un pueblecito llamado Cullross que conserva todo el encanto de un lugar anclado en el tiempo.
Y también todas las localizaciones de Harry Potter, personaje creado por la escritora escocesa J.K. Rowling, cuya vida y circunstancias de la creación de la serie de novelas da para una serie de ficción. [Para saber más sobre la Escocia de Harry Potter: El Jacobite, el tren de Harry Potter].
Nessy el monstruo del lago Ness
No podría acabar esta breve pincelada sobre un país tan fantástico, sin mencionar el lago Ness y a «su monstruo» Nessy, cuya existencia tanta polémica ha generado a lo largo de los años.
Y concluyo con la mención al misionero y explorador escocés David Livingston (quien descubrió para los ojos occidentales las impresionantes Cataratas Victoria), y una frase que siempre me ha gustado: “Mr. Livingston, I presume?”
ESTE ARTÍCULO ES DE
Àngels Piñero
Historiadora del arte y viajera
Para saber más:
VisitScotland – Organización nacional del turismo de Escocia
También te puede interesar:
Hoy el tema va de kilts
Borgonyà, el rincón escocés de Osona
