EIXAMPLE DEL RAVAL | Seguro que has pasado miles de veces por allí, y nunca antes te habías fijado. ¿Me equivoco? Evidentemente este no es el primer artículo que trata ese tema, pero desde hacía tiempo teníamos ganas de que también formase parte de los artículos recogidos en nuestro blog.
Entre las calles del Carme y Elisabets, en la parte del Raval norte, hay media docena de calles que parece que te transportan del Raval a una corta distancia algo más arriba de plaça Catalunya, donde se encuentra el verdadero Eixample de Barcelona: el Eixample de Ildefons Cerdà.
Son unas calles que poco tienen que ver -aunque cada vez menos, a medida que se transforma la ciudad-, con las típicas calles estrechas y de edificios hacinados que tenía la antigua Barcelona del interior de la muralla.
Dicen que el Eixample fue el paso elemental para la modernización de la Barcelona del siglo XIX, y como bien significa el nombre “ensanchar” o “hacer más grande”, también supuso un paso para la ampliación y modernización de la ciudad, dejando atrás una ciudad cerrada, de calles estrechas y oscuras, sobrepoblada y sucia.
La cosa es que, aunque el Eixample barcelonés se identifica con la parte de la ciudad que se extiende entre el Fort Pienc y Sant Antoni, hay otros lugares en la propia Barcelona que también se pueden identificar con ese proceso de “ensanchar” la ciudad. Éste también es el caso de este “eixample en miniatura” y que está, ni más ni menos, en el propio Raval de Barcelona, una zona que en la Edad Media ya supuso un lugar de ensanche de la ciudad con la construcción de la tercera muralla.
Un «eixample» a medida
Formado únicamente por seis calles, tiene como característica general esquinas tipo xamfrans (chaflans) y unos edificios más altos de la media en la zona, perfectamente identificables con las construcciones de la arquitectura residencial de la Barcelona de finales del siglo XIX.
Tal y como ocurrió con buena parte de la zona colindante con la Rambla de Barcelona, esta curiosa zona del Raval también es resultado de la reurbanización posterior a 1835, momento en que se produjo la quema de buena parte de los conventos que había en aquella parte de Barcelona a consecuencia de la revuelta del Torín. | Libro: «La bullanga de Barcelona» Jordi Roca i Núria Miquel. Editorial Rosa dels Vents. 2021.
Si del espacio que ocupaba el Convent de Santa Madrona nació la plaça Reial, y del espacio del Convento de Nuestra Señora de la Buenanueva de los trinitarios descalzos nació el Teatre del Liceu, esta curiosa zona del Raval se debe a la desaparición de los conventos del Carme y de Elisabets, y a la liberación de los solares correspondientes tras la desamortización posterior. Dos grandes solares que ayudaron a renovar esa parte de la ciudad, que posteriormente se vería nuevamente remodelada con la conexión de la callr Pintor Fortuny y la Rambla, tras el incendio de los almacenes El Siglo.
Los dos solares se dividieron en diferentes islas de casa, que se urbanizaron en base a un eje central, que posteriormente pasaría a ser la calle del Pintor Fortuny, y que lo cruzarían perpendicularmente las calles del Doctor Dou, Notariat, Passatge Elisabets o Montjuïc del Carme.
Edificios con firma y nombre propio
La mayoría de los edificios que forman parte de este eixample tan especial llevan la firma de diferentes arquitectos destacados de la época, y muchos de ellos tienen nombre propio: Casa Josepa Pla, Casa Isidor Majó, Casa Ramon Mumbrú… Aunque no destacan especialmente por su diseño, mayormente ecléctico.
Son casas rectangulares de uso residencial, con planta baja de uso comercial y cinco pisos, cuyas fachadas se recubrieron de estuco, para imitar la piedra.
Durante el recorrido, se pueden ver algunas placas que recuerdan a diferentes vecinos destacados que nacieron o vivieron allí, como el poeta Marià Manent i Cisà, el compositor Joaquim Serra i Corominas o el médico y catedrático Santiago Ramon y Cajal durante su estancia en Barcelona, que escribió su teoría neuronal en la Casa Lluís Gaspar, situada en elel número 7 del carrer Notariat.
Pero dejémonos de tantas explicaciones y os invitamos a realizar un recorrido por allí, aunque de momento solo sea a través de las imágenes que os compartimos a continuación.
MAPA CON LAS UBICACIONES
El Gimnàs Solé, donde nació el FC Barcelona
Y antes de acabar el paseo por el Eixample del Raval, os invitamos a pararos frente a una placa que recuerda el lugar en donde se realizó la reunión fundacional al FC Barcelona: el desaparecido Gimnàs Solé.
Lo que está claro es que en esa zona de Barcelona, el 29 de noviembre de 1899, los suizos Otto Kunzle y Walter Wild, los ingleses John y William Parsons, el alemán Otto Maier y los catalanes Lluís d’Ossó, Bartomeu Terrades, Enrique Ducay, Pere Cabot, Carles Pujol y Josep Llobet se reunieron junto a Hans (Joan) Gamper para crear una asociación basada en el mundo del fútbol, que llevaría el nombre (Foot-ball Club Barcelona) y el escudo de la ciudad de Barcelona.
Allí es donde se da por hecho que nació el FC Barcelona y por ello, es donde en 1974, con motivo del 75º aniversario de la fundación del club, se colocó una placa para recordar el lugar y el evento. Una placa que en 1999, con motivo del centenario, se recolocó tras ser recuperada de la fachada del antiguo edificio, que se había derribado en marzo de 1996.
Aunque, shh!!!, no se lo digáis a nadie, pero parece ser que la verdadera ubicación del gimnasio era unos metros más abajo, cerca del carrer del Carme, en lugar de la esquina con Pintor Fortuny, donde está la placa.
Para saber más del Gimnàs Solé os recomendado el artículo de Josep Bobé: On va néixser exactament el Barça?, a l’Esportiu del Punt Avui.
Inspirando nuevas rutas por Barcelona… y Nueva York.
Por cierto, este recorrido nos ha llevado a preparar un post específico sobre el edificio del carrer del Dr. Dou, 14 y del arquitecto que lo construyó, ya que nos va a permitir darnos un nuevo paseo por Barcelona y viajar, a continuación, hasta NYC…
Nos «vemos» en el próximo post.
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