Regresamos a Copenhague de nuevo. Aunque esta vez no lo hacemos para proponer ningún paseo por la ciudad, sino para hablar de una de sus vecinas más ilustres. Este 2024 ha empezado con una noticia un tanto inusual para los daneses: «Daisy se jubila» por decisión propia, y protagoniza un hecho inédito en la historia de la monarquía danesa.
Daisy de Dinamarca deja su profesión de reina, pero seguro que seguirá con la de artista. Dos «profesiones» que tan bien ha compaginado a lo largo de 52 años, desde el 14 de enero de 1972, cuando llegó a un trono que no había sido pensado para ella.
De hecho, si de algo no se le acusará a Daisy de Dinamarca es de haber sido una reina que pasó desapercibida. Sus dotes artísticas, y su extravagante y colorida apuesta en el vestir, serán parte integrante de su biografía.
A medida que ha ido envejeciendo, la variedad de colores y formas geométricas en su vestuario han sido aumentando. Todo un «puntazo» en un país escandinavo donde el sol -como suele decir las malas lenguas- no es su punto fuerte.
Una reina «campechana», pero de verdad
Aunque el tema de la monarquía está en cuestión en algunos países, en el caso de Dinamarca no ocurre igual. O eso dicen, si se les pregunta a los daneses. La verdad es que Margrethe (o Daisy como se le conoce popularmente) es una reina que se ha ganado a sus gentes. ¿Cuántas reinas han salido en bata de dormir a agradecer que le deseen un feliz cumpleaños?
La monarca europea «ratificada» por su pueblo
Margrethe Alexandrine Þorhildur Ingrid es la representante, en activo, de la casa real más antigua del mundo y, tras el fallecimiento de su prima Elizabeth II, se convirtió en la monarca que más tiempo llevaba en el cargo. Este 2024, con su abdicación, también dejará de ser la última reina propietaria de un trono europeo desde comienzos del siglo XIX…. Algo que se solucionará con el reemplazo que viene en camino, a través de la mayoría de herederas mujeres.
Nació el 16 de abril de 1940, siete días después que los Nazis invadiesen Dinamarca, algo que marcó sus cuatro primeros años de vida.
En 1953 se votó una reforma constitucional que permitiría que pudiese convertirse oficialmente en heredera al trono, algo que hace que se la considere como la única monarca europea «ratificada» por su pueblo. De ahí que el carácter antidemocrático que se le otorga a la monarquía como tipo de gobierno, en Dinamarca queda parcialmente resuelto.
Reina versus artista
Pero dejando de lado la vertiente puramente real, Daisy de Dinamarca está considerada «una reina artista». Desde joven se ha interesado por las diferentes artes, destacando especialmente en el campo de la pintura y la ilustración.
Dicen que la obra de John R.R. Tolkien, «El señor de los anillos» fue una de sus fuentes de inspiración, y que durante la infancia de sus hijos, no solo les leía las obras, sino que decoraba las habitaciones dibujando los paisajes que se describían allí. De ahí que a principios de los 70, algunos de esos dibujos se usasen para ilustrar la publicación de la trilogía traducida al danés, pero bajo el seudónimo de Ingahild Grathmer.
La historia parece ser que fue así: Cuando todavía era princesa heredera, Daisy de Dinamarca decidió enviar un pliego de sus ilustraciones al propio Tolkien, que impactaron profundamente en el escritor al ver que plasmaban perfectamente lo que describía en sus libros. Por eso, en 1977 -cuando ya era reina- los dibujos se usaron para ilustrar la edición danesa de los libros (Ringenes Herre), así como en otra versión publicada en el Reino Unido.
Más adelante, también como Ingahild Grathmer, ilustraría el libro de Jørgen Stegelmann, director de la Escuela Krebs, sobre la vida del legendario rey danés Regnar Lodbrog, dejando constancia de su interés por la historia de los vikingos.
Un dilatado currículum de artista
Pero ese, aunque importante y destacado, no ha sido el único trabajo artístico que forma parte del currículum de esta artista, «actividad» que ha ido compaginando con la de «ser reina de los daneses».
Escenógrafa y vestuarista
Repasando su «currículum», Daisy de Dinamarca ha realizado otras tantas colaboraciones artísticas tanto como escenógrafa, como vestuarista, llegando a formar parte del equipo artístico del ballet del Tivoli de Copenhague.
En 1967, tal y como confesó más tarde la propia reina, ayudó al sastre Jørgen Bender en el diseño de su propio vestido de novia.
Desde monogramas a su propio sarcófago
Ha diseñado su propio monograma (así como el de sus hijos y nietos), y su propio sarcófago, obra que se ha encargado de llevar a la práctica Bjørn Nørgaard, uno de los artistas de mayor prestigio en Dinamarca, y que ya está ubicado en la Roskilde Domkirke, donde se entierran a los reyes daneses desde el año 1413.
En 1981 bajo el pseudónimo SM Vejervjer, la reina ayudó a su esposo a traducir del francés al danés la obra de Simone de Beauvoir, «Tous les hommes sont mortels».
Daisy de Dinamarca también ha protagonizado diferentes exposiciones artísticas, tanto en su país como en el extranjero.
Entre las más conocidas está la que realizó en 1988 en la Køge Sketch Collection, y la de 2013, en el Museo de Arte ARoS, titulada «Pas de Deux Royal», donde se expusieron 150 creaciones entre escenografías, decoupages, textiles eclesiásticos, poemas y esculturas, tanto de la reina como del príncipe consorte.
La «reina» del decoupage y de la innovación en el diseño eclesiástico
Dicen que el decoupage es una de sus técnicas plásticas preferidas, y durante el confinamiento del 2020 se mostraron imágenes de cómo pasaba su «encierro» creando nuevas obras.
También es conocida su participación en el diseño de escenografías y vestuarios para diferentes ballets del Tivoli, entre las que destacan las adaptaciones de las obras de Hans Christian Andersen, Sneedronningen y De vilde svaner .
En el diseño del arte eclesiástico ha trabajado especialmente el textil, bordando diferentes antependiums, como el de la Schlosskirche Wittenberg, con motivo del 500 aniversario de la Reforma y centrado en la figura de Lutero.
El jueves, el día de la Daisy de Dinamarca artista
Parece ser que el jueves es el día de la semana en que Daisy de Dinamarca suele «librar como reina», y dedicarse de lleno a su actividad artística, de ahí que tenga habilitados espacios-taller en los diferentes castillo en los que suele habitar.
A partir de su «jubilación», ya podrá dedicarse todos los días de la semana.
El estilo de Daisy de Dinamarca
Y como una artista suele tener un estilo muy particular en el vestir, Daisy de Dinamarca está considerada como una de la monarcas más rompedoras de Europa, que se atreve con cualquier tipo de vestimenta. Una exclusiva que empieza a «robarle» Máxima de Holanda.
A diferencia de su prima cuarta, la fallecida reina Elizabeth II del Reino Unido que siempre lucía un estilo inamovible y uniforme -en donde solo cambia el color Pantone-, el estilo de Daisy de Dinamarca ha ido evolucionando hacia la ropa experimental y creativa, de manera inversamente proporcional a los años que ha ido cumpliendo.
La ropa ha ido cambiando a medida que la reina envejecía, y cada vez a ido añadiendo más combinación de colores y diseños (digamósle más «llamativos»), pero perfectamente adaptados a su forma de ser. Algunos de ellos confeccionados por ella misma, que transmiten esa mirada creativa que tiene la reina-artista, y que la han convertido en una usuaria avanzada del reciclaje.
Aunque alguna vez haya llegado a sorprender a propios y extraños… ¿Tú que piensas?
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