…y es la expresión que dio nombre a uno de los imperios más emblemáticos y esplendorosos de la historia: el Imperio Ming.
Desde ahora y hasta el próximo mes de octubre, CaixaForum nos ofrece la posibilidad de conocer directamente algo más del arte, la cultura y las costumbres sociales de ese periodo de la historia de China, a través de 126 piezas de cerámica, textiles, orfebrería, pinturas y obras sobre papel, que han viajado por primera vez a Barcelona desde el Museo de Nanjing, el primer museo nacional de China.
La Dinastía Ming
La Dinastía Ming gobernó China de 1368 a 1644 a través de dieciséis emperadores de la familia Zhu, de origen campesino, que consiguió vencer a la dinastía mongol que había gobernado el país hasta entonces. Durante los años que estuvo en el poder, la población pasó de 65 a 175 millones de personas, el país acumuló grandes riquezas y se convirtió en el principal proveedor de artículos de lujo de Europa. Bajo un sistema basado en la filosofía confucionista se desarrolló un complejo sistema imperial, donde predominaba una importante élite de funcionarios, y donde todo giraba en torno a la figura semidivina del emperador.
El auge económico, el aumento de población y la creación de una destacada corte imperial vinieron seguidas de un importante desarrollo del arte y de la cultura, una sólida base para la creatividad y el progreso social. De ahí que este periodo se conozca como “el imperio dorado” de la historia China.
Ámbitos de la exposición
La exposición está estructurada en cuatro ámbitos: palacios y murallas, la sociedad ideal, la buena vida y más allá del imperio, a través de las cuales se explica la consolidación de la importancia del emperador y de la corte que giraba a su alrededor, la nueva estructura social, el crecimiento económico y el florecer de las artes y de la cultura, así como el desarrollo de las relaciones internacionales, especialmente a partir de la llegada de navegantes procedentes de Europa.
A través de los diferentes objetos expuestos se explica la semidivinidad del emperador, la importancia de la corte de funcionarios, la magnificencia de los recintos palaciegos como centro administrativo y espiritual del imperio, el lujo extraordinario y el riguroso ceremonial que se aplicó durante dicho periodo.
La confección de brocados, la manufactura de esmaltes y la producción de porcelana fueron algunas de las técnicas que se perfeccionaron o se inventaron, bajo el mecenazgo imperial y la regulación oficial, de las que se pueden ver diferentes muestras en la exposición.
También encontramos una excelente muestra de pintura y de caligrafía, que junto a la poesía se consideraron “las tres perfecciones”, que alcanzaron su máxima plenitud en los años centrales del periodo Ming. Lienzos frágiles y valiosos que no estaban pensados para exponerlos como hacemos en la actualidad, sino que se guardaban enrollados con sumo cuidado, y solo se exponían en ocasiones especiales para ser contemplados en privado o ser mostrados a invitados honorables. ¡Y nunca en presencia de una mujer!.
Respecto a la caligrafía, los hasta 56.000 caracteres que la componen fueron motivo suficiente para considerarla un arte mayor.
Y en la parte final de la exposición, centrada en el paso de la economía de trueque a otra fundamentada en el uso dinero (plata en barras), y el despegue de las relaciones comerciales con el exterior, destaca especialmente «el Mapa de los numerosos países del mundo», en las piezas expuestas.
«Kunyu Wanguo Quantu» fue el primer mapamundi chino de estilo europeo, que muestra a China en el centro. De hecho, China [Zhongguo] significa «nación del centro». Lo confeccionó el jesuita Matteo Ricci (considerado el primer europeo que entró en la Ciudad Prohibida) por orden del propio emperador, a principios del siglo XVII. La muestra de la exposición no es el original, sino una de las 25 copias a color que se hicieron de dicho mapa.
Como nos explican en CaixaForum, “es una síntesis extraordinaria del conocimiento europeo y chino sobre el mundo, en aquella época: la tierra esférica de los europeos y los conocimientos sobre el cosmos de los eruditos chinos. Documento formidable de una época en la que el conocimiento, el comercio y la exploración iban dando forma al mundo moderno. Con el Imperio Ming en el centro, este mapa evidencia la conexión creciente de China con el mundo”.
Algunas curiosidades
El reinado de cada uno de los emperadores se conocía también con un nombre especial, que se elegía para que describiese su personalidad.
El color amarillo y el dragón de cinco garras en cada pie era el símbolo del emperador, tal y como se pueden apreciar en diferentes piezas de la exposición.
La “regla de las tres obediencias” es la que regía la vida de las mujeres. Según el antiguo concepto confucionista las mujeres debían vivir primero obedeciendo al padre, después al marido y, finalmente, al hijo. No obstante, desde el mundo aislado del hogar, la mujer era quien sostenía la moral de la sociedad, dado la importancia de la familia en el seno de la sociedad china.
Como es habitual la exposición va acompañada de toda una serie de actividades paralelas entre las que vale la pena mencionar:
- el ciclo de cine A time to live and a time to die, en colaboración con Casa Asia
- la noche dedicada a China, en el marco de las Noches de Verano, con actividades variadas sobre tradiciones chinas como la ceremonia del té, un taller de caligrafía y un concierto de música china clásica y contemporánea (10 de agosto de 2016).
Av. de Francesc Ferrer i Guàrdia, 6-8
08038 Barcelona
Del 15 de junio al 2 de octubre de 2016
