Al sur de la Piazza di Spagna de Roma, frente a la sede de la Embajada de España ante la Santa Sede, hay una columna de mármol coronada por una estatua en bronce de la Virgen, que se conoce como la Colonna dell’Immacolata.
Cuando en 1854, el papa Pio Nono proclamó el Dogma de la Inmaculada Concepción no se encontró otro lugar de Roma más apropiado para ubicarla, dada la clara tradición católica española a lo largo de los siglos.
Desde 1857, cada 8 de diciembre se celebra una fiesta frente a esa imagen de la Virgen María. Y la tradición hace que el pontífice de turno realice una visita de cortesía al lugar, y sea recibido por el embajador español.
Para saber más: 8 Diciembre: Colonna dell’Immacolata
La Inmaculada Concepción: iconografía de un concepto abstracto
Aunque solo soy una aficionada a la historia de la religión y a la historia del arte, me voy a tomar la licencia de dedicar un breve espacio del post a la explicación iconográfica del concepto abstracto que hoy nos ocupa.
Según parece, la idea popular de la inmaculada concepción de la Virgen María (en otras palabras, momento en que Santa Ana se quedó embarazada), ya corría entre los primeros cristianos, cuando se sostenía que la «futura madre de Dios» fue concebida libre de todo pecado…
No obstante, tenemos que viajar hasta finales del Renacimiento y entrar de lleno en el Barroco para situar el florecimiento de las representaciones plásticas de ese concepto. Algo que potenció la Iglesia Católica para enfrentarse a las corrientes protestantes que trajo la Reforma.
Tal y como se desprende del artículo que enlazamos, la imagen más antigua de la Inmaculada Concepción es una pintura renacentista de Vicent Macip, de 1568. Pero fue en el siglo XVII cuando se inició el boom artístico de «Inmaculadas», tanto en pintura como en escultura.
Francisco Pacheco, Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, Alonso Cano o Bartolomé Esteban Murillo son algunos de los artistas que «pusieron una Inmaculada Concepción en sus vidas artísticas». [Para saber más: Inmaculada Concepción: historia, devoción y arte].
Visualizando algunas de esas obras, la imagen de la Inmaculada Concepción se caracteriza por ir vestida con una túnica blanca (inicialmente rosa o rojiza), un manto azul (color mariano), llevar una corona con 12 estrellas, estar ubicada sobre la bola del mundo y una luna creciente, a la vez que pisa una serpiente (pecado original), así como llevar las manos juntas (aceptación de una misión) y la mirada hacia abajo (humildad). Una iconografía que los entendidos dicen que está inspirada en la «mujer del Apocalipsis».
Pero como lo nuestro es visitar lugares interesantes y conocer un poco más Barcelona, ya que no estamos en Roma y hoy es 8 de diciembre, nos vamos a pasear por la ciudad y a conocer algunos lugar que llevan el nombre de «Concepción» (o Conxita) en su nomenclátor, así como descubrir algunas imágenes religiosas dedicadas al dogma que hoy celebramos.
La basílica de la Puríssima Concepció
Nuestra primera parada la haremos en la Parròquia de la Puríssima Concepció i Assumpció de Nostra Senyora. Una austera y elegante muestra del gótico catalán.
La església de la Concepció, como se le conoce popularmente, está situada en el cuadrante sudeste de la manzana del Eixample en donde convergen las calles Aragó, Roger de Llúria, València y Bruc. Sin embargo, no siempre estuvo allí.
El edificio procede de la deconstrucción del antiguo monasterio de Santa Maria de Jonqueres, que estaba situado en donde hoy en día está la plaça Urquinaona. De ahí, que sea uno de los edificios viajeros de Barcelona.
Debido a las necesidades expansivas de la Barcelona del siglo XIX y al consiguiente derribo de la muralla, se dio el caso que el convento también se tuvo de derribar. Para evitar su destrucción, el ayuntamiento decidió trasladarlo, piedra a piedra, desde la zona que ocupaba en el barrio antiguo hasta la zona de nueva construcción.
Esa es la razón que explica la existencia de una iglesia de estilo gótico, y datada en el siglo XIV, en medio de la Barcelona modernista.
Piedra a piedra de la Barcelona medieval a la Barcelona modernista
El traslado se hizo por etapas y aunque no hay fechas exactas, el proceso duró cerca de una década, de 1869 a 1879. Primero se desmontó y se trasladó la iglesia. A continuación se hizo lo mismo con el claustro. Y finalmente se les anexionó el campanario.
El claustro, cuya fachada exterior da a la calle Roger de Llúria, también procede del convento original. Y, dicen los historiadores del arte, que había sido uno de los claustros más grandes de la Barcelona medieval, junto al claustro de la Catedral de Barcelona y al claustro del Monestir de Pedralbes.
Se caracteriza por tener dos galerías superpuestas, y unas columnas muy parecidas a las que hay en el Palau de la Generalitat.
El campanario, en cambio, procede de la iglesia que había detrás del ayuntamiento, dedicada a Sant Miquel, y que también tuvo que ser demolida para facilitar la expansión de la ciudad.
Se decidió que al ser también de estilo gótico podía complementar perfectamente la nave principal de la iglesia de la Concepción, que ya se había traslado al Eixample. Los pináculos que decoran la parte superior son posteriores.
La imagen de la Inmaculada Concepción, que hay en medio del templete neogótico situado en el centro del altar mayor, se colocó allí el 7 de diciembre de 1942. Desde entonces se venera como la patrona del templo.
En la librería de la Parroquia se puede conseguir el libro La parròquia de la Puríssima Concepció en el seu 125è aniversari. Barcelona 1871-1996, que explica su historia.
El Mercat de la Concepció
La segunda parada del paseo de hoy es en el mercat de la Concepció, que también se conoce con el sobrenombre de mercat de les flors de Barcelona, ya que puedes ir a comprar flores las veinticuatro horas del día.
Ocupa una planta de 105 metros de largo por 38 metros de ancho, y está situado entre las calles Aragó y València, franqueado por dos pasajes, de los que ya os hablé en el post sobre pasajes de Barcelona.
Una historia relacionada con el crecimiento del Eixample
La historia del mercado está directamente relacionada con el crecimiento del Eixample. Con la finalidad de instalar un mercado de abastos que solucionara las necesidades del creciente volumen de población en esa zona de Barcelona, hacia finales del siglo XIX el Ayuntamiento compró los terrenos a Joan Pla, un abogado de enorme fortuna que poseía veintiséis inmuebles de su propiedad en el barrio, y empezó las obras.
El trabajo lo diseñó y dirigió el arquitecto Antoni Rovira i Trias, quien también se encargó de la construcción del Mercat de Sant Antoni, y se inauguró en 1888. Se le dio el nombre de Mercat de la Concepció por su proximidad a la parroquia del mismo nombre.
Siguiendo la tendencia de la época, se construyó con arquitectura de hierro, que se fabricó en la Maquinista Terrestre y Marítima.
La tecnología del hierro llegó a su máxima expresión con el Modernismo, pero no hay que dejar de tener en cuenta que el uso artístico del hierro tiene sus orígenes en la forja catalana, que ya venía de unos cuantos siglos atrás. | La presentación de las nuevas posibilidades arquitectónicas y nuevos materiales, como es el hierro colado, en el Crystal Palace de Londres, hizo que los arquitectos catalanes no tardasen en utilizar el nuevo material como elemento estructural. | La calidad del hierro y el excelente trabajo de los forjadores catalanes darían lugar a la aparición de una importante industria siderúrgica y de pequeñas empresas dedicadas a trabajar instrumentos de hierro.
Nota de la autora
El «Pasage» de la Concepció
Y, finalmente, para nuestra última parada no puedo dejar que volver a hablar brevemente del passatge de la Concepción, que ya incluí en el post sobre otros pasajes de Barcelona, como ya he mencionado.
Es el pasaje que comunica dos de las vías más elegantes de Barcelona y que, los más sibaritas, denominan con el apelativo de fetiche de la gastronomía barcelonesa, por la importante cantidad dde restaurantes que hay allí. Además de Escuela Granés, está la oficina principal de Turisme de Barcelona y la emblemática casa de moda Santa Eulàlia.
Como curiosidad, mencionar el error ortográfico que hay en la inscripción en letras doradas de su nombre, situada sobre la reja de las puertas de acceso. Consta el nombre de Pasage de la Concepcion, cuando lo correcto sería que figurase Pasaje, si estuviera escrito en castellano, o Passatge, si lo hubieran escrito en catalán.
Tallas religiosas de la Inmaculada Concepción en Barcelona
Y antes de acabar, no puedo por menos que incluir algunas imágenes de la Virgen María que hay en diferentes iglesias de Barcelona y que, evidentemente, están dedicadas al hilo argumental alrededor del que gira este post: la Inmaculada Concepción de María.
Dos imágenes y un regalo para el recuerdo
En fin, muchas felicidades a todas las que celebran la Santa Inmaculada Concepción de María: Conchitas (Conxitas), Concepciones, Inmas, (Immas) o Inmaculadas (Immaculadas)… Pero permitidme, antes de acabar, dejar un espacio para una recomendación y un recuerdo.
El recuerdo es de dos lugares de Barcelona en los que figuraba el nombre de Conchita-Conxita, pero que ya han desaparecido, y de los que dejo constancia en las fotografías siguientes:
Y la recomendación es que vayáis a visitar la Conxita de Sants, una tienda situada en ese barrio barcelonés, creada en forma de cooperativa y que se dedica a la venta de libros y de vinilos, así como a la celebración de pequeños encuentros culturales… Cualquier paso que podamos dar por ayudar a mantener y fomentar la cultura nunca está de más.
Nota: Artículo revisado y actualizado. Publicado inicialmente el 8 de diciembre de 2012.