El establecimiento de la Marca Hispánica entre el Imperio Carolingio y el al-Ándalus, allá por el siglo IX dio lugar a que en la zona se construyesen diferentes castillos de frontera para dar protección a las personas que se arriesgan a vivir en una zona definida como barrera defensiva. Algunos de ellos todavía se conservan, como es el caso del Castell de Requesens.
Ubicación
El Castell de Requesens, desde el que se puede divisar la frontera con Francia, está situado en el Massís de l’Albera, a una altura de 500 metros. Forma parte de la finca de Requesens, de titularidad privada, entidad que se encuentra en el municipio de la Jonquera, y se corresponde con el antiguo vecindario de Requesens.
Para acceder al mismo hay que cruzar el pueblo de Cantallops, y recorrer unos cuantos quilómetros de carretera forestal.
Orígenes
Nombrado como «castrum de recoser», su existencia se menciona en un memorial de agravios enviado por el Conde de Empúries al Conde del Rosselló, a principios del siglo IX, quejándose de la construcción del mismo en sus propiedades.
El perímetro del castillo medieval era el mismo que se conserva en la actualidad, y estaba formado por una edificación compuesta por murallas, torres redondas y cuadradas, almenas y aspilleras, elementos típicos de las construcciones feudales.
Al pie del castillo, dentro de la muralla, era donde se celebraba el mercado semanal y donde se refugiaban los campesinos que vivían en los alrededores en tiempos de guerra.
Evolución
Fue propiedad de diferentes señores feudales, como los condes de Rosselló, los condes de Peralada o los condes de Empúries. Finalmente, en el siglo XVI pasó a manos de la familia Rocaberti, condes de Peralada, propiedad que conservarían hasta finales del siglo XIX.
Una mansión de veraneo
En 1893, Tomás de Rocaberti encargó la remodelación del castillo a Alexandre Comalat, con la finalidad de convertirlo en una residencia de verano. Así es como se recuperaron los restos medievales y se adaptaron a los que se convertiría en una vivienda de estilo ochocentista, con detalles modernistas.
Con la precaución de conservar el aspecto medieval, se añadieron diferentes edificaciones para uso de la familia condal y de los empleados que trabajan allí, parte de las cuales todavía se conservan y se pueden visitar. En la reconstrucción exterior se respetó el trazado original y se usó piedra de granito procedente del mismo lugar que la original, de ahí que sea difícil diferenciar la parte medieval de la ochocentista.
Siguiendo un criterio historicista, inspirado en técnicas de época medieval, se habilitaron habitaciones amplias y luminosas, en las que destaca un magnífico salón con impresionantes vistas panorámicas hacia la plana de l’Empordà, que se divisa desde el castillo.
Otro detalle interesante es la construcción de una canalización de tres quilómetros de longitud, con la que se trajo agua hacia el castillo desde la parte superior de la montaña en la que se encuentra. De ahí, el estanque -a modo de piscina- que todavía se conserva entre las terrazas exteriores de la vivienda.
Entre la decoración propia pre-modernista destacan el uso de cerámica vidriada en las paredes y enrejados de hierro en las ventanas. Así como los embaldosados de los suelos, decorados con torres blancas y negras, emblema heráldico de la casa condal de los propietarios.
En la actualidad, debido a la erosión y el pillaje sufrido por años de abandono, las diferentes estancias están bastante deterioradas, aunque ello no impide que el conjunto continue transmitiendo solemnidad y fuerza.
Localizaciones de cine
Tanto el castillo como el entorno en el que se encuentra ha despertado el interés de diferentes productoras cinematográficas de unos años para aquí. De ahí que haya servido de escenario a diferentes películas, tales como «El caballero del Dragón» (1985) y «El perfume: historia de un asesino» (2006), con localizaciones también en Barcelona.
Álbum de imágenes
Horario: El castillo solo es accesible con visita guiada, los sábados, domingos y festivos, en horario de 10h30 (consultar idioma) ó 12h (català).
Para saber más:
Finca de Requesens