Hacer una escala aérea en el aeropuerto de Copenhague superior a cinco horas te permite darte el gusto de comprar un billete de metro, y poder desplazarte al centro de la capital danesa en cuestión de 10 minutos.
Sube en la parada de Københavns Lufthavn, apéate en la parada de Norreport, y desde allí puedes empezar a pasear por la ciudad. Dada la proximidad entre los lugares destacados, y si te gusta callejear, podrás visitar la ciudad de manera rápida y tomar un primer contacto, en lugar de estarte sentado en una silla de la sala de espera del aeropuerto hasta la salida de tu conexión.
Eso sí, deberás hacer la visita pendiente del reloj, para que puedas tomar el metro de regreso con tiempo suficiente para el embarque.
Evidentemente, si es la primera vez que visitas Copenhague y no has leído demasiado sobre la ciudad, tu objetivo será ir a visitar la Sirenita o quizás el Nyhavn (antiguo puerto de la ciudad), pero la ciudad da para mucho más, aunque solo sea de manera panorámica.
Uno de los lugares que cualquier apasionado de la realeza no debe dejar de ir a visitar es el palacio de Amalienborg, residencia invernal de la Familia Real danesa. Y si el tiempo te lo permite, también te puedes acercar hacia el palacio de Christiansborg, cuyo nombre seguro que te sonará si eres un fan de las recepciones oficiales de la Corte Danesa, o al palacio de Rosenborg, en donde se guardan las joyas de la corona.
A pesar de la proximidad que guardan entre sí los principales puntos de interés de la ciudad, el palacio de Amalienborg es el que te quedará algo más lejos. Pero vale la pena alargar el paseo, ya que podrás visitar la MarmorKirken y te irá de camino hacia el Kastellet, donde está la famosa Sirenita (den lille Haufrue).
El palacio de Amalienborg
Originalmente el palacio real de Copenhague era el palacio de Christiansborg (actual sede del parlamento danés –Folketing-), pero debido a un incendio, los miembros de la Casa Real tuvieron que dejarlo y, tras ir adquiriendo progresivamente el complejo de Amalienborg, se trasladaron allí en 1794.
El complejo, que forman cuatro palacios, se edificó con motivo de la conmemoración del 300 aniversario de la Casa de Odelburg. Se entregaron los terrenos para que se construyesen cuatro palacios que sirviesen de residencia a cuatro familias nobles danesas, con la condición de que todas las fachadas fuesen iguales.
Tres de los edificios llevan el nombre de su primer propietario y el cuarto (el palacio Schack) el de la condesa Anna Sophie Schack, que se lo compró a su primer propietario, Severin Løvenskiold. Está situado en el distrito de Frederiksstaden y ocupa la Amalienborg slotsplads, una plaza en forma octogonal franqueada por los cuatro edificios, en cuyo centro hay una estatua ecuestre del rey Frederick V, promotor de Amalienborg.
El Palacio de Christian VII o Palacio Moltke
En danés: Christian VII’s Palæ o Moltkes Palæ
Situado en el ala suroeste del complejo, lleva el nombre de su primer propietario, Lord Gran Senescal Adam Gottlob Moltke. Se usa tanto para visitas oficiales, como para la celebración de eventos.
De los cuatro palacios, inicialmente, fue el más lujoso y el que tenía unos interiores más extravagantes. De hecho fue el que costó más dinero. Se inauguró el 30 de marzo de 1754, coincidiendo con el 30º aniversario del rey, y fue el primero de los palacios que compró la Familia Real tras el incendio de su anterior residencia.
Desde 1885 se usa para alojar a huéspedes relevantes de la Casa Real, para visitas oficiales, así como para recepciones o eventos. No obstante, a lo largo de su historia ha servido como sede oficial de la corte, de ministerio de asuntos exteriores, de residencia provisional de miembros de la Casa Real durante las renovaciones de sus propias residencias, así como de guardería del actual príncipe heredero, el príncipe Frederik, y de su hermano, el príncipe Joachim.
El 1 de enero de cada año es el lugar en donde se celebra la primera cena de gala oficial de Año Nuevo.
El Palacio de Christian VIII o Palacio Levetzau
En danés: Christian VIII’s Palæ o Levetzaus Palæ
Está situado en el ala noroeste y lleva el nombre de su primer propietario, el consejero privado del rey, conde Christian Frederik Levetzau. Cuando la familia del conde vendió el palacio a la Casa Real puso como condición que se mantuviese el escudo de armas original en la fachada del edificio y que nunca se eliminase, cosa que se ha mantenido hasta la fecha, y que se puede ver al lado del escudo real.
Su primer propietario real fue el príncipe heredero Frederick (regente del rey Christian VII desde 1772 a 1784), quien mandó remodelar los interiores según el estilo Imperio Francés y le dio el nombre de su hijo Christian Frederik, que reinaría como Christian VIII.
Desde 1898 ha sido la residencia privada del príncipe heredero Christian (futuro rey Christian X) y la princesa Alexandrine (futura reina consorte), del príncipe Knud (príncipe heredero hasta la abolición de la ley sálica) y del actual príncipe heredero Frederik, hasta 2004. En la actualidad, es la residencia del príncipe Joachim, la princesa Marie y la princesa Benedikte, cuando están en la capital.
El palacio, además de tener los apartamentos reales, es la sede del museo de la Casa Real, que está abierto al público de manera permanente.
El Palacio de Federico VIII o palacio Brockdorff
En danés: Frederik VIII’s Palæ o Brockdorffs Palæ
Está situado en el ala noreste y es la actual residencia de los príncipes herederos, Frederik y Mary.
El palacio fue construido por el conde Joachim Brockdorff, aunque tras su fallecimiento pasó a manos de Moltke, quien se lo vendería posteriormente al rey Frederick V, pasando a propiedad de la Casa Real en 1765.
Inicialmente, en 1767, se destinó a sede de la Academia Militar Danesa (Landkadetakademi), y en 1788 pasó a ser la sede de la Academia Naval, hasta 1827.
Sus primeros residentes reales fueron el príncipe heredero Frederick (futuro rey Frederick VII) y su prometida la princesa Vihelmine Marie, en donde vivieron hasta su divorcio. El palacio también fue la residencia oficial del rey Frederick VIII y de los padres de la monarca actual, el rey Frederick IX y la reina Ingrid, quien viviría allí hasta su fallecimiento en el año 2000.
El palacio de Christian IX o palacio Schack
En danés: Christian IX’s Palæ o Schacks Palæ
Está situado en el ala sureste del complejo y es la residencia de la soberana y de su consorte desde 1967.
A diferencia de los otros tres palacios, éste no lleva el nombre de su primer propietario, el consejero privado Severin Løvenskjold, sino el de la condesa Anne Sophie Schack y el del nieto de su marido, Hans Schack, familia que lo adquirió debido a problemas económicos de Løvenskjold.
Entre los miembros de la Casa Real que han habitado el palacio, además de la reina actual, están el príncipe regente Frederick (que ascendería al trono como Frederick VI) y la princesa Marie, así como el rey Christian IX, conocido popularmente como “el suegro de Europa”.
Como hemos comentado, de los cuatro palacios únicamente se puede visitar el interior de los de Christian VII y Christian VIII, no obstante vale la pena ir a verlos, ni que sea desde el exterior. Más de un turista curioso se ha visto sorprendido por un inesperado paseo en bicicleta de alguno de los miembros de la actual familia real o, incluso, por alguna aparición de la propia reina Margrethe.
El cambio de la Guardia Real
Es quizá el espectáculo más popular del lugar, si es que tu visita no coincide con alguna celebración que motive la salida al balcón principal de la Familia Real, como ocurre el 16 de abril por el cumpleaños de la reina.
La Guardia Real (Den Kongelige Livgarde) celebra cada día la ceremonia de cambio de guardia, que se puede desarrollar de tres maneras diferentes dependiendo de quién esté en el Palacio Real.
Todas las ceremonias se inician en los cuarteles de Cothersgade 100, junto al palacio de Rosenborg, desde donde desfilan por las calles de Copenhague –siguiendo diferentes trayectos- hasta llegar a Amalienborg, puntualmente a las 12 del mediodía.
Tres tipos de ceremonial
Kongevagt o Guardia del rey. Es la ceremonia que se celebra cuando la reina está en el palacio. Es la más larga de las tres y la única en la que hace en presencia de la bandera danesa.
Løjtnantsvagt o Guardia del teniente. Es la ceremonia que se lleva a cabo en ausencia de la reina, pero con la presencia en palacio de alguno de los miembros de la Familia Real. La cantidad de guardias que participan es proporcional a la cantidad de miembros de la Familia Real que haya en ese momento en el palacio.
Tanto esta ceremonia como la Kongevagt van acompañadas de música y tambores.
Palævagt o Guardia del palacio. Es la ceremonia más sencilla y la de menos duración. Es la que se celebra cuando ni la reina, ni ningún miembro de la Familia Real está palacio.
Por cierto, lo habitual es que veas a los guardias vestir con guerrera azul marino. Pero si visitas el complejo el día 16 de abril (cumpleaños de la reina), la cambiarán por la roja de gala.
Y si gritan, no te asustes. Seguro que algún turista despistado se habrá sentado a descansar en algún lugar no indicado, o se habrá aproximado demasiado a las garitas de los soldados.
Más imágenes:
Mega construcciones. Palacio de Amalienborg
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