Nos encanta viajar porque vemos más allá de lo que nos alcanza la vista, y sabemos que detrás del horizonte siempre podremos encontrar una bonita historia con la que regresar a casa. Convencida de ello y, como si de un cuento de hadas se tratara, me encuentro en Praga. Son las ocho de la mañana y parece que la ciudad dormita, difuminada entre la niebla.
La belleza silenciosa que impregna la capital de la República Checa, la dota de un romanticismo especial, pues resulta fácil dejarse inspirar por la corriente cultural que la envuelve. Rodeada de torres altas, rectas y negras, coronadas por cúpulas verdes, me adentro a disfrutar, convencida de que podré explicar mil historias cuando vuelva a Barcelona.
Reproduzcamos de fondo el poema sinfónico del río Vltava, de Bedřich Smetana, para dejarnos llevar por su corriente y adentrémonos a descubrir los imperdibles de la ciudad de las cien torres.
CASTILLO DE PRAGA
En la orilla izquierda del río Vltava se encuentra la atracción turística más visitada de Praga, el castillo. Es considerada la mayor fortaleza medieval del mundo y fue la residencia de los reyes de Bohemia desde su fundación por el príncipe Borivoj. La fortificación está compuesta por un conjunto de palacios y edificios conectados por pequeñas callejuelas. Destacan la Catedral de San Vito, símbolo de Praga y de la República Checa, y el Callejón del Oro, considerado uno de los rincones más románticos de la ciudad y que alberga la casa donde residió el escritor Franz Kafka.
PUENTE DE CARLOS
Karluv most es el puente más viejo de Praga y atraviesa el río conectando la Ciudad Vieja (Staré Mesto) y la Ciudad Pequeña (Mala Strana). El rey Carlos IV dio el visto bueno a su construcción en el año 1357 y pese a los múltiples daños sufridos, sigue siendo un lugar mágico en la ciudad, lleno de artistas que deleitan los paseos de los miles de turistas que transitan por él cada día.
PLAZA DE LA CIUDAD VIEJA
Situada entre la Plaza de Wenceslao y el Puente de Carlos, es un oasis para los turistas, pues además de su espectacular belleza, acoge multitud de opciones para alejarse de las estrechas y transitadas calles de Praga. En ella podemos encontrar las Iglesias de Nuestra Señora del Tyn y de San Nicolás, la estatua del reformador religioso Jan Hus, que fue quemado vivo por sus creencias, y el campanario del Ayuntamiento Viejo, en cuya pared sur se encuentra el famoso Reloj Astronómico.
JOSEFOV
Dentro de la Ciudad Vieja (Staré Mesto) se encuentra el antiguo gueto judío donde los judíos fueron obligados a concentrarse tras el primer pogromo en el año 1096. El barrio recibe el nombre de Josefov en honor al rey José II, quien contribuyó a mejorar mediante el Edito de Tolerancia del año 1781, la vida de sus habitantes. La conservación actual de las seis sinagogas, el cementerio y el antiguo Ayuntamiento (actual Museo judío) se debe al hecho que los nazis, bajo el Tercer Reich, querían convertir el barrio en un “museo exótico de una raza extinta” y por ello no fue destruido. Josefov conserva recuerdos del paso de la comunidad judía y entre los más significativos se encuentra la Sinagoga Viejo-Nueva, la más antigua de Europa aún en funcionamiento.
PLAZA DE WENCESLAO
La plaza de Wenceslao ha sido el escenario de la mayoría de acontecimientos de la historia reciente de Praga. Presidida por la estatua del patrón de Bohemia, recorre 628 metros desde Mustek (antigua separación de la Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva) hasta el Museo Nacional.
Para saber más:
República Checa, tierra de historias | Praga
Praha.eu