Inicio BARCELONA Miscelánea LA FONT MÀGICA DE MONTJÜIC, LOS BUÏGAS Y CERDANYOLA DEL VALLÈS

LA FONT MÀGICA DE MONTJÜIC, LOS BUÏGAS Y CERDANYOLA DEL VALLÈS

Si nos ponemos a pensar en lugares emblemáticos de Barcelona, el conjunto que forman las Quatre Columnes de Puig i Cadafalch y la Font Màgica de Montjuïc será uno de los que nos vendrá a la mente. Sin lugar a duda, es uno de esos lugares que identifican la ciudad a nivel mundial, especialmente desde aquella noche del 8 de octubre de 1988 cuando fue testigo destacado de la interpretación de la canción “Barcelona” por Freddie Mercury y la Caballé, en la inauguración del festival que dio comienzo a la Olimpiada Cultural de Barcelona.

Al igual que Londres tiene su Westminster Bridge para dar la bienvenida al Año Nuevo, y Nueva York su Times Square, desde 2013 Barcelona tiene su «lugar» en dónde celebrar la fiesta de las Campanadas. Y ese espacio es en Montjuïc, donde la Font Màgica preside el evento, como también ocurre durante la celebración del Piromusical de la Mercè, que desde hace unos años pone punto final a la Fiesta Mayor de Barcelona cada mes de septiembre.

La Font Màgica
La Font Màgica de Montjuïc es, sin lugar a duda, uno de los elementos más emblemáticos que identifican Barcelona por todo el mundo

Una coyuntura para mal y para bien

Lamentablemente, desde que en noviembre de 2022 la severa y continuada sequía que estamos viviendo en Barcelona obligó al cierre de todas las fuentes ornamentales de la ciudad como medida para el ahorro de agua, la Font Màgica se vio incluida entre ellas.

Desde entonces, a pesar de ser una fuente que funciona con agua freática y se autoabastece con la misma agua que brota de su interior, ha dejado de ofrecer el espectáculo de luz y color como venía ocurriendo cada semana, a la puesta del sol. Y, en consecuencia, ya no luce en toda su magnitud durante los eventos que preside.

Según comentan, aprovechando la coyuntura, parece ser que se procederá de nuevo a su restauración con la finalidad de mejorar el sistema de control, el sonido y la iluminación, siguiendo criterios de sostenibilidad y eficiencia energética, aprovechando tecnologías avanzadas como es el caso de los focos LED que, dicen, ayudarán a mejorar el propio espectáculo que ofrece la fuente.

Carles Buïgas i Sanz

Hablar de la Font Màgica de Montjuïc me obliga irremediablemente a mencionar a su creador, Carles Buïgas i Sanz. Y también a invitaros a que nos traslademos de la plaça de Carles Buïgas de Barcelona, hasta la plaça de Carles Buïgas de Cerdanyola del Vallès, a veinte kilómetros de distancia, en el Vallès Occidental… Y os diré porqué.

Font Màgica
Vistas panorámicas de la Font Màgica desde las terrazas del MNAC

El mago de la luz

Carles Buïgas i Sanz, apodado el “El mago de la luz” (por especializarse en el diseño de técnicas ornamentales que combinaban la luz y las fuentes de agua) nació en la ciudad de Barcelona, pero, debido a la actividad profesional de su padre, estuvo relacionado con Cerdanyola del Vallès desde pequeño. Una ciudad que le acogería, en principio, durante los veranos y que, finalmente, se convertiría en el lugar en donde residiría buena parte de su vida. Y en la que falleció, en cuyo cementerio reposan sus restos.

Dicen que, a pesar de la popularidad que le dio la construcción de la Font Màgica de Montjuïc, los dos diseños más espectaculares y ambiciosos que realizó Carles Buïgas nunca llegaron a convertirse en realidad. Uno fue el conocido como “la Nave Luminosa”. Y el otro, “el Teatro Integral”. “La Nave Luminosa”, como se puede consultar en los documentos que todavía se conserva en el Arxiu Municipal de Barcelona, consistía en un crucero gigantesco con un espectáculo itinerante, que preveía hacer dos viajes alrededor del mundo, con una duración de cinco años cada uno.

Supongo que haber tenido una madre nacida en Cerdanyola del Vallès me ha llevado a conocer y visitar el pueblo en muchas ocasiones. Y que una persona tan importante como Carles Buïgas fuese parte integrante del pueblo, estuviese presente entre las historias que me explicaban de pequeña. De hecho, cuando voy de visita al Cementiri de Cerdanyola (en donde están enterrados mis abuelos maternos y mi bisabuela), tengo la costumbre de pasar por el nicho en donde reposan los restos de Carles Buïgas. Un lugar que siempre me ha sorprendido por la sencillez, y me ha hecho preguntarme cómo es que uno de los ingenieros lumínicos más reconocidos descansa en un sencillo nicho de un cementerio de pueblo.

La verdad es que permanecer en Cerdanyola del Vallès tras su muerte fue uno de los mayores regalos que le pudo hacer a esa población del Vallès Occidental. Un lugar que marcó buena parte de la vida de los Buïgas, tanto a nivel familiar como profesional.

Los Buïgas y Cerdanyola del Vallès

Según explican en el libro L’Abans Cerdanyola del Vallès, Recull Gràfic 1890-1965. Editorial Efadós, 2002, concretamente en el capítulo dedicado a la vinculación de la familia Buïgas a Cerdanyola del Vallès (Gaietà i Carles Buïgas, arquitecte i enginyer cèlebres), fue el padre de Carles, Gaietà Buïgas i Monrovà, quien inició la vinculación de los Buïgas con esta población del Vallès en 1883.

Participó como asesor del ayuntamiento en la primera trama urbana del pueblo, con la urbanización de la plaça de Santa Ramon. Y se consolidó como arquitecto de referencia con la restauración del Castell de Sant Marçal en el 1887.

Dicen que maravillados por el entorno del castillo, en donde pasaron los veranos durante el tiempo que duraron las obras, los Buïgas acabaron alquilando una casa de verano en el centro del pueblo en 1922.

Gracias a la abundancia de agua y a las buenas comunicaciones (tiene servicio ferroviario desde el año 1855, en la que se construyó la línea de ferrocarril entre Zaragoza y Barcelona), Cerdanyola del Vallès fue un lugar de veraneo para la burguesía y muchos intelectuales barceloneses desde mediados del siglo XIX.

Torres de veraneo con el sello Buïgas

Considerado uno de los primeros arquitectos modernistas catalanes, Gaietà Buïgas se encargó de proyectar algunas torres de veraneo en Cerdanyola, así como el edificio que albergaría el primer equipamiento cultural de Cerdanyola del Vallès: el Teatro-Casino, actual sede del Museu d’Art de Cerdanyola (MAC). Lo construyó en 1894, convirtiéndose en el edificio más destacado del modernismo de la población. Todo un punto de encuentro y de ocio entre la sociedad de la Cerdanyola de principios del siglo XX.

Pero sería en la propia Barcelona en donde dejaría uno de esos elementos que se acabaría convirtiendo en otro punto emblemático de la ciudad: el Monumento a Colón… [Hace gracia que dos de los elementos más emblemáticos de la ciudad de Barcelona salieran de las mentes de dos miembros de la misma familia, padre e hijo.]

Los Buïgas tienen una sala dedicada en la exposición permanente del Museu d’Art de Cerdanyola. Y, concretamente Carles Buïgas tiene una plaza que lleva su nombre desde el año 1967, así como un busto con su imagen en la plaça Enric Granados, desde 1999, próxima al lugar en donde vivió.

Una fuente emblema del Art Decó en Catalunya

Y volviendo a la Font Màgica de Montjuïc, algunos detalles sobre su construcción y sus curiosidades.

La Font Màgica de Montjuïc está considerada un ejemplo del art déco en Catalunya, así como un proyecto luminotécnico visionario, tanto por la época en que se construyó, como por la técnica que se usó.

Se construyó en 1928 con motivo de la Exposición Internacional de 1929. Y ocupó un espacio que había quedado vacío tras el derribo de las cuatro columnas originales de Puig i Cadafalch, durante la dictadura de Primo de Rivera.

Tal y como solía hacer en sus diseños, Carles Buïgas utilizó el agua como guía de luz, siguiendo el principio de la reflexión total de la luz (algo que seguramente un físico os explicará mejor que yo, si es que alguien necesita más información al respecto). Dicen que Eugeni d’Ors bautizó el estilo de trabajar de Buïgas como un nuevo estilo de arte, al que llamó aiguallum (agualuz).

En el diseño original de 1929, la Font Màgica solo ofrecía un espectáculo de agua y luz, pero en los años 80 del siglo XX se le incorporó la música, dando origen a la fuente que hoy en día encandila a más de un turista.

Una fuente con 120 prismas de colores

La fuente está formada por tres lagos concéntricos escalonados. Cuenta con 19 juegos de agua en el lago más grande, y 20 pequeñas fuentes periféricas, con cinco juegos de agua secundarios.

La iluminación pasa a través de 120 claraboyas, bajo las cuales están los 120 prismas de vidrios de colores que crean las diferentes tonalidades en el agua. A los lados hay prismas con vidrios rojos, verdes y azules. Y en el centro, blancos, amarillos, rojos, azules y verdes. Todavía hoy funcionan con los motores originales de 1929.

¿Sabes que la empresa catalana CRICURSA fue la primera en fabricar vidrio curvado en el estado español? Los vidrios que hay en el interior de los prismas de las lámparas de la Font Màgica de Montjuic fueron su primer trabajo, como explican en su página web.

De 1929 hasta nuestros días

La Font Màgica de Montjuïc se construyó pensando en que solo funcionaría los días de la Exposición Internacional de 1929. Se diseñó como un elemento efímero. Ni mucho menos se planteó que se acabaría transformando en uno de los iconos de Barcelona y en un atractivo turístico internacional.

De ahí que sea una fuente que ha ido degradando con el tiempo, tal y como ha ocurrido durante la parada técnica por la sequía, y que se haya tenido que someter a diferentes “intervenciones” a lo largo de su historia.

En 1954 fue el propio Carles Buïgas quien se encargó de dirigir los primeros trabajos de restauración. Llegados los años sesenta se renovaron elementos de control y de iluminación. Y en los 80, como ya he comentado, se incorporó la música. Para los Juegos Olímpicos del 92 se volvió a realizar una intervención provisional, con la finalidad de su funcionamiento durante los Juegos. Tras los mismos dejó de funcionar.

En 1994 se sometió a una verdadera intervención de reparación y actualización general. El proyecto, que duró hasta 1998, se puede definir como un verdadero trabajo de ingeniería arqueológica, ya que se apostó por conservar y automatizar los sistemas originales del año 1929.

Hasta el 2022, y tras la última restauración del 2015, ha ido funcionando y haciendo las delicias de las miles de personas que se solían congregar frente a ella para disfrutar del espectáculo. Ahora solo queda esperar a que finalice la nueva actualización que se ha proyectado, y que la sequía remita y podamos volver a disfrutar de la Font Màgica en Montjuïc en todo su esplendor, así como de todas las otras fuentes ornamentales de Barcelona.

Otros dos Buïgas

Y para finalizar, no quiero dejar de mencionar en este artículo a otros dos miembros de la familia Buïgas que han pasado a la historia por sus trabajos en el mundo de la arquitectura y la cultura.

El primero, Eduard Maria Balcells i Buigas, sobrino de Gaietà y primo de Carles. Como arquitecto municipal de Cerdanyola del Vallès dejó el legado de diferentes construcciones, en las que combinaría tres movimientos arquitectónicos que influirían en su manera de trabajar: el modernismo, el novecentismo y el brutalismo. Un legado del que todavía hoy se conservan diferentes construcciones en la población vallesana, sobre las que os hablaré en un futuro post.

El segundo y a modo de curiosidad, Joaquim Buïgas y Garriga, hijo de Gaietà y hermano de Carles. Alguien que aunque no dejó legado arquitectónico, su genio creativo nos legó a una de las familias más populares de la clase media barcelonesa: La familia Ulises… ¡¡Aunque supongo que tendrás que ser muy boomer para recordarla!! JEJEJE!!

También te puede interesar:
Primer monográfico sobre Antonio López en Barcelona
Barcelona en la blogosfera
Por qué venir a visitar Barcelona

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.