Unboxing de un paquete de cultura | Estas últimas dos semanas las he dedicado por completo a la cultura y a disfrutar de las tradiciones populares. Empezó el Carnaval, Barcelona celebró su fiesta mayor de invierno y llegó un nuevo San Valentín que, aunque no nos guste a muchos, ahí lo tenemos pegando la vara.
A modo de resumen, he querido centrarme en la parte más culturalmente artística. Por lo que os invito a que me acompañéis a volver a abrir este paquete de cultura, y revivir la visita a esos dos museos, la exposición temporal y la experiencia inmersiva que lleva por título este post.
El primer museo del paquete de cultura: Museu d’Art Medieval de Vic
Y empezamos el unboxing del paquete de cultura con una invitación a regresar a Vic, para dedicar una mañana a recorrer de nuevo las salas del MEV, y aprovechar para visitar la exposición temporal “Bestias” que, de hecho, es el motivo principal de esta visita.
Una exposición que me habían recomendado -como fan que saben que soy de todo el tema medieval-, y que no quería dejar pasar poder ver antes de que acabe.
¿Qué decir del MEV? Este museo, que como bien definen es un “arco de conexión entre el pasado medieval y el mundo actual”, es uno de los lugares más importantes, artísticamente hablando, de la ciudad de Vic. Y añadiría que de toda la CAT central.
Aunque ya lo conocía de una visita anterior, la visita a la exposición temporal que incluía mi paquete de cultura semanal, me ha permitido volver a recorrer la exposición permanente. Aunque en esta ocasión de una manera más reposada e intensa de cómo la hice la primera vez. Ese día disponía de mucho más tiempo.
En esta ocasión, no solo he podido pararme a observar con atención algunas de las joyas que guarda, sino que he podido recorrer algunos espacios del MEV que desconocía, como son las galerías de estudio. Unos curiosos almacenes abiertos al público, que te permiten ir más allá de las propias obras que se muestran en la exposición permanente.
Además, el diseño en que está planteado el recorrido que te proponen de la exposición se nota que está perfectamente estudiado, siguiendo criterios que te facilitan poder ir avanzando de manera ordenada entre la cronología de las piezas y los diferentes estilos artísticos.
Entre las curiosidades del MEV, no solo hay que mencionar su fondo artístico, sino el edificio en sí. Según explican, el diseño del edificio, relativamente moderno, se realizó pensando en la ubicación de uno de los retablos más importante que posee y que, a causa de sus dimensiones, nunca antes se había podido mostrar completo. A partir de esa sala, se distribuyó el resto.
Y para hacer un poco de recopilación-resumen de obras destacadas, a continuación incluyo dos con sus respectivas imágenes.
Descendimiento de la Cruz
Es un grupo escultórico procedente de Santa Eulàlia de Erill la Vall, cuyas piezas se encuentran repartidas entre el MEV y el MNAC.
¿Y por qué? Pues como explican, el conjunto fue descubierto por Mossen Josep Gudiol durante sus viajes exploratorios para recuperar obras de arte religioso en aldeas perdidas de los Pirineos, en el siglo XIX. Pero el retraso en su adquisición provocó la separación del conjunto y la venta por piezas individuales. El resultado es que, en la actualidad, se conserva una parte en Vic y otra en Barcelona.
Retablo de Guimerà
Este retablo está considerado la piedra angular del MEV dado que, como ya he comentado, el propio edificio se construyó pensando en su ubicación.
Procede de la Iglesia de Santa Maria de Guimerà, y tras el fracaso en la adquisición del grupo escultórico de Santa Eulàlia de Erill la Vall, la pericia del Bisbe Morgades ayudó, en esta ocasión, a que pudiese ser rescatada de las urpas de posibles anticuarios especuladores. Algo que evitó que, seguramente, acabase cruzando el Atlántico, y ahora tuviésemos que viajar a algún museo de los Estados Unidos para admirarla, en lugar de poder hacerlo en el museo de Vic.
Más info sobre el MEV, Museu d’Art Medieval
La exposición temporal del paquete de cultura: «Bestias»
Por recomendación de uno de mis purretxencs preferidos, no dude en viajar a Vic para visitar esta exposición temporal del MEV, inspirada en la presencia de animales en el arte medieval.
Dado mi pasión por la cultura y el arte de la edad media, la visita era casi de obligado cumplimiento. Y no me arrepentí, porque me fascinó. Tanto por el argumento del relato, como por las piezas expuestas.
En “Bèsties” queda clara la fascinación por la presencia de animales fantásticos en la cultura medieval. Y cómo esa fascinación ha llegado hasta nuestros días, a modo de mostrar plásticamente la eterna lucha entre el bien y el mal.
Una de las figuras que llama la atención en la exposición es la del dragón, una de las bestias medievales más emblemáticas. De hecho es en esa época cuando adopta la fisonomía «bestial» con la que lo conocemos hoy en día, ya que antiguamente se representaba a modo de serpiente gigante. Ya que, tal y como nos recuerdan en la cartelería informativa (y expliqué en el post Dragones y Barcelona, una pareja exótica), la palabra latina draco significa dragón y serpiente. Y, por supuesto, cómo no podía ser de otra manera, el simbolismo cristiano lo relaciona directamente con la encarnación de Satanás, en su enfrentamiento con las fuerzas del bien.
Otro de los apartados interesantes de la exposición es el que se dedica a analizar la figura de las bestias identificadas con la imagen de algunos santos cristianos. Léase San Jorge y el dragón, San Antonio Abad y el cerdo o San Marcos y el león. Es una manera de mostrar la figura del santo en combate contra el mar, o en predisposición de amansar y adiestrar a su correspondiente “bestia”.
Este tipo de iconografía se inició en los relatos de los Padres del Desierto y culminó, ya en el siglo siglo XIII, con la publicación de la Legenda Aurea de Jacobus de Voragine, donde aparece la imagen de San Jorge con la espada alzada contra el dragón, para representar plásticamente la lucha del bien contra el mal. Algo que, religiosamente hablando, se puede interpretar como la derrota del pecado a través de las virtudes cristianas.
Respecto a la figura del león de San Marcos, se explica que no solo llegó a representar al santo en sí, sino a entidades que lo tenían como patrón. Algo que, por ejemplo, pasó con el símbolo de la Serenìsima Repùblega de Venèsia, y que ha llegado hasta la actualidad.
Un apartado especialmente interesante, al menos para mí, es el que menciona a los perros (canes) no como bestias, sino como animales fieles e inteligentes, guardianes de bienes y de otros animales. Ejemplo de fidelidad hacia sus amos.
Animales fantásticos y no tan fantásticos
La exposición también trata el tema del porqué las formas extrañas de los animales imaginarios. Es decir, la representación de formas bestiales, con mucha ficción y poca realidad. El hecho de la poca información que se tenía en la Edad Media sobre cómo eran algunos animales de otros lugares, obligaba a que se tuviese que dejar volar la imaginación para representarlos. De ahí que la presencia de monstruos deformes nacidos de la mente humana fuese bastante habitual que, además, siempre derivaba en la unión de esos seres con la imagen del mal y del demonio.
En esa época también aparecieron las gárgolas, que habitualmente -como podemos ver en la actualidad- adoptaban imágenes monstruosas. Dicen que la finalidad de esos aspectos tan poco conciliadores eran para advertir a los mortales de los peligros materiales que había fuera de las iglesias, frente a los beneficios espirituales que se conseguían en el interior.
Y la fascinación por el exotismo llega hasta nuestros días
Ya en la última sección de la exposición, es cuando nos invitan a hacer un salto en el tiempo, Es momento de hacer que esas «Bestias» viajen hasta la actualidad, dado que la popularidad de que gozaron en época medieval se ha mantenido hasta nuestros días.
La fascinación por el exotismo como una vía para dar curso a la fantasía, a la critica social o, simplemente, seguir representando ese eterno enfrentamiento entre el bien y el mal, ha hecho que sea muy fácil encontrar bestias modernizadas en el arte, en la literatura, en el cine y, como no, en los videojuegos más actuales, ya que las bestias (animales o monstruos) siguen inspirando.
¿Y qué mejor manera de mostrar la influencia de las bestias en la cultura popular, ahora que en Barcelona se acaban de celebrar les Festes de Santa Eulàlia, y muchos de los integrantes del «bestiari festiu» de la ciudad han sido los invitados de honor? Bestias como àliga, lleó, mulassa, bou, vibria, drac…
Más info sobre la exposición temporal «Bestias»
El segundo museo del paquete de cultura: el museu del cinema, de Girona
El segundo museo de este paquete de cultura que estamos desempaquetando es el que hay en Girona dedicado al mudo del cine y a sus antecedentes. Hacía tiempo que lo quería ir a visitar, y como se presentó la oportunidad de hacerlo, no quise dejarla pasar.
El fondo museístico del Museu del Cinema tiene su origen en la colección de objetos relacionados con el mundo del precine y el cine del fotógrafo y director de cine aficionado, Tomàs Mallol i Deulofeu, quien puso a disposición de la ciudad su colección. Es un museo relativamente nuevo, ya que se inauguró en 1998.
Según explican, una de las características más importantes del Museu del Cinema es que “el discurso de la exposición” se centra en el espectador. El espectador que, tanto ahora como en el pasado, siempre se ha sentido maravillado antes las diferentes formas de captar las imágenes y de presentarlas, especialmente si son en movimiento. Una admiración ligada tanto a la parte técnica, como a la del propio espectáculo derivado.
En el recorrido, que se inicia en las plantas superiores y tiene sentido descendente, se sigue todo un relato explicativo sobre la evolución de la historia del cine, además de poder revivir lo que fueron los primeros cinematógrafos (con butacas de madera y piano de acompañamiento), estudios fotográficos tradicionales, o proyección de finales de películas míticas en la parte final del recorrido. Quizás las secciones más técnicas son algo más aburridas, pero cuando ya te sumerges en los espacios directamente relacionados con el cine que más conocemos, te ayuda a soñar en un viaje al Hollywood más dorado.
El relato museístico destaca por la cantidad de detalles que se van presentando y explicando sobre la creación de unas primitivas imágenes a través de la sombra, hasta llegar al cine en sentido estricto. Y va acompañado de diferentes juegos interactivos que los niños, y los que ya no somos tan niños, pueden poner en práctica para entender algunos conceptos.
El fondo del museo cuenta con cerca 12000 piezas, 2000 carteles y material publicitario, 800 libros y revistas y 750 films en todos los formatos, que van desde el siglo XVII hasta los años 70 del siglo XX. Y una de sus principales incentivos que es el primero del país, y uno de los pocos que hay en Europa.
Más info sobre el Museu del Cinema de Girona
La experiencia inmersiva del paquete de cultura: «Sorolla, una nova dimensió»
Y para acabar de complementar este paquete de cultura de una semana de febrero, os invito a seguirme hasta la recién estrenada experiencia inmersiva que presentan en la Casa Amatller, preparada a raiz del centenario que se cumplió el pasado año del nacimiento del pintor Joaquín Sorolla. Y que lleva por título: «Sorolla, una nova dimensió».
Un pintor que, como explican en su wikipedia, «dejó más de 2200 obras catalogadas, y fue etiquetado como impresionista, postimpresionista y luminista». El paso por esta exposición incide en algunos de los aspectos menos conocidos de su vida y sus obras.
Siguiendo con la tendencia actual de acercarnos el arte a través de experiencias sensitivas, la curiosidad por esta exposición interactiva recién estrenada ha hecho que no me resistiese demasiado a visitarla, por lo que me di prisa en comprar las entradas para poder ir de las primeras. En este caso el no ser demasiado dada a este tipo de experiencias (prefiero ir a observar el arte directamente, sin interpretaciones tecnológicas), no me ha hecho resistirme a vivir el evento.
La exposición, o mejor dicho la experiencia inmersiva, te acerca a la vida y a la obra de Sorolla desde un punto de vista íntimo y personal, donde te muestra la importancia y la influencia, en toda su obra artística, de su mujer (su musa), de su familia, de sus amigos y de su entorno.
Te invita, de una manera innovadora y diferente, a realizar un recorrido por producción artística, sumergiéndote en algunas de sus obras y entrando, literalmente, dentro de ellas. También explica de manera detallada y a partir de la comparativa con obras de otros pintores, sus estilos pictóricos y las técnicas pictóricas que usó. La importancia de la luz y la influencia de los viajes en su obra.
En resumen, un viaje interesante y divertido para conocer algo más a este artista, ideal para los que no están demasiado dados a pisar un museo, o lo encuentran aburrido.
La visita me ha hecho recordar la que hice a la Casa-museo Sorolla en 2007, cosa que me ha creado la necesidad de tener que plantearme la posibilidad de ir de nuevo.
Y, por supuesto, también me ha hecho recuperar la que hicimos durante nuestro último viaje a tierras norteamericanas en 2016, en el que no dejamos pasar la oportunidad de visitar la sede de la Hispanic Society of America. Allí, en la sala que lleva su nombre, se encuentra expuesto el ciclorama “Las regiones de España”, con el que el pintor representó las diferentes regiones del país a través de su mirada y que, por cierto, podrás entrever entre las obras que se incluyen en la parte de las proyecciones 360º.
Más info sobre la exposición «Sorolla, una nova dimensión»
Y hasta aquí el unboxing de mi paquete de cultura, con una propuesta mega super cultural de una semana de febrero.