La verdad es que para una fan de la historia, la palabra Balcanes siempre atrae. Y por supuesto, Belgrado se engloba dentro del concepto Balcanes.
Cuando se presenta la oportunidad de hacer una improvisada escapada a Belgrado, no lo dudas un momento. Y ante la pregunta de ¿es seguro ir sola?, y los consejos que te van a dar (¿y qué se te ha perdido allá? ¿Estás segura en dónde te metes? ¡No hay nada que ver!)…, Tápate los oídos cual Kikazaru, y sal volando hacia Belgrado, literalmente hablando. La impresión que te vas a llevar va a ser más que positiva. Y si como yo, solo haces una rápida visita de tres días, volverás con muchísimas razones para regresar.
Como cuando decidí ir para allá no tenía demasiada información sobre el lugar, siguiendo mi costumbre más habitual previa a cualquier viaje, me puse a googlear.
Saltando todos los resultados de la búsqueda que te llevaban a mil y un blog, de esos que lo único que hacen es recomendar aquello por lo que les han pagado, salté directamente a la página web de turismo de serbia, Tourist Organization of Belgrade Official Site, en donde puedes obtener una excelente cantidad de información sobre dónde ir y qué hacer. También te aconsejo que te leas algún que otro artículo de revistas especializadas en ese campo, ya que te serán de gran utilidad.
De hecho, como lo mío es la historia y las curiosidades de la cultura del lugar, me fui un poco más allá, y no me pude resistir a visitar alguna que otra página web sobre la historia de Belgrado, lo que me permitió corroborar algunas informaciones que ya conocía, y complementarlas con otras nuevas. El resumen de lo que me pareció más interesante, os lo detallo en el siguiente listado:
- El nombre de la ciudad en serbio, es Beograd (latinizado) y Беoград (en cirílico).
- Belgrado es una de las ciudades más antiguas de Europa, con casi 7000 años de historia.
- En época romana se llamó Singidunum, palabra latina que significa «fortaleza del halcón», formada a partir de los vocablos singi (halcón) y donjon dun (fortaleza).
- El nombre de Belgrado, como tal, no aparece hasta el siglo IX dC. Significa “ciudad blanca”.
- Está situada en la confluencia del río Sava (Сава) y el Danubio (Dunav).
- Por su situación estratégica, Belgrado fue punto de conexión de las rutas de comercio entre Oriente y Occidente. Esa situación también la convirtió en testigo y escenario de grandes convulsiones políticas, enfrentamientos y luchas entre las potencias que dominaron la región balcánica.
- Belgrado estuvo bajo dominio otomano desde el siglo XVI hasta el siglo XIX.
- En 1929 se convirtió en la capital del Reino de Yugoslavia, integrado por Eslovenia, Bosnia y Herzegovina, Serbia, Montenegro, Macedonia, Croacia y Eslavonia. [Todavía hoy existe un pretendiente al trono de Yugoslavia (actualmente trono de Serbia): SAR el príncipe Aleksandar Karađorđević.
- Tras la II Guerra Mundial, y caer en manos de las tropas soviéticas, pasó a ser la capital de la República Federativa Socialista de Yugoslavia (RFS de Yugoslavia ó RFSY) (Социјалистичка Федеративна Република Југославијa / Socijalistička Federativna Republika Jugoslavija).
Vuelo y llegada a Belgrado
Volé de Barcelona a Belgrado de madrugada, en la compañía Wizz Air, aterrizando en el aeropuerto de Belgrado-Nikola Tesla, tras 2 h 35 min y recorrer 1530 km de distancia.
El aeropuerto se encuentra a 12 km de distancia del centro de la ciudad, en donde estaba mi hotel. Por lo que, dadas las altas horas de la madrugada en que llegué a mi destino, hice el trayecto en un coche, bajo petición, que vino a recogerme desde el hotel. Y, aunque se me suela acusar de «millonetis», es algo que suelo hacer siempre que se me presenta la ocasión, a cambio del pago de un precio razonable.
Con relación al hotel que elegí para hospedarme, dado que eran pocos días y muchos lugares a visitar, elegí no alejarme demasiado del centro, por lo que hice la reserva en el Marshal Garni. Un hotel de cuatro estrellas, situado a 300 metros de la plaza de la República, en el que puedo afirmar que tuve una excelente atención, además de disfrutar de unas magníficas vistas sobre la ciudad.
El primer consejo que me habían dado es que Belgrado se puede visitar a pie, ya que todo lo más interesante se concentra en el caso histórico. ¡Primer acierto al elegir la ubicación del hospedaje!
Primer día en Belgrado
Dado que no me había hecho ningún cronograma previo de la visita, y solo llevaba un listado de lugares que quería visitar, opté por empezar a caminar hacia los lugares que estaban más cerca del hotel. Y la improvisación me fue llevando…
Nota | Pido mil disculpas si he cometido algún error en la transcripción de algunos de los nombres de los lugares que voy a ir mencionando (ya sea en su nombre en cirílico, o en su nombre latinizado), ya que no soy ninguna experta en ese tipo de escritura y lo he hecho con la mejor voluntad.
La plaza de la República | Trg Republike | Трг Републике
Es una de las plazas centrales de la capital serbia, y se encuentra a solo 100 metros de la plaza Terazije, que es el centro de Belgrado.
Allí me encontré con dos de los edificios públicos más emblemáticos de Belgrado: el Teatro Nacional y el Museo Nacional, que guardan recelosamente la estatua ecuestre del príncipe Miquel III Obrenović. Que para los que no se pueden estar de curiosear sobre la aristocracia, fue un príncipe de la primera dinastía que reinó en el país tras su independencia del dominio otomano.
El Museo Nacional (Narodni Muzej | Народни музеј) fue fundado el 10 de mayo de 1844, por lo que ya ha superado los 150 años de vida y va camino de los 200. Considerado el más importante de Serbia, tiene un fondo de 400.000 objetos, entre los que destacan la colección de pinturas de maestros de Francia, como Matisse, Renoir, Degas y Cézanne, incluso de Pablo Picasso. Tiene, entre otros, departamento de arqueología, arte medieval, arte moderno y numismática.
Como ocurre en Berlín con su muro, también en Belgrado se conservan unas marcas sobre el suelo de la plaza que muestran dónde estuvo ubicada la antigua Puerta de Estambul (Stambol Kapija), que marcaba el inicio de la carretera hacia Constantinopla. Debido a que los serbios siempre la vieron como un símbolo de opresión, optaron por demolerla y construir la actual plaza en el lugar. De ahí que solo se conserven una baldosas marcadas, a modo de recordatorio.
La calle Knez Mihailova | Ulica knez Mihailova | Улица кнез Михаилова
Es la principal calle peatonal de Belgrado, así como su artería comercial más importante. La calle, cuyo nombre se puede traducir por «calle del Príncipe Miguel», tiene un kilómetro de longitud, y conecta el centro de Belgrado con el parque de Kalemegdan, siguiendo el trazado original de la ciudad romana de Singidunum, que hemos mencionado anteriormente.
A finales del siglo XIX fue el lugar en donde se instalaron las familias más ricas e importantes de la sociedad belgradense, de ahí la cantidad de edificios interesantes que hay a lo largo de todo su recorrido. En 1979 fue declarada «unidad espacial de gran importancia histórica-cultural», por lo que está protegida por Ley como uno de los monumentos más antiguos y valiosos de Belgrado.
En la actualidad, eje comercial por excelencia de la ciudad, está considerada como una de las calles peatonales más bonitas de Europa, y uno de los mejores lugares para hacer compras de Navidad. ¡Tendremos que regresar para poder ratificarlo personalmente!
El Hotel Moscú | Mokva Hotel | Хотел Москва
Uno de los lugares más emblemáticos, bonitos y elegantes de Belgrado es el Hotel Moscú. Un hotel de estilo secessionsstil (secesión), coetáneo del Art Nouveau, e insignia de la ciudad.
Se construyó en los terrenos que había ocupado una antigua posada llama «Velika srbija», financiado con capital ruso, de ahí su nombre. Se inauguró el 16 de enero de 1908, y se convirtió en uno de los lugares de encuentro de las élites culturales del país en aquella época.
Una de las excelencias del hotel es su restauración y su repostería. Aunque inicialmente solo servía cocina francesa y serbia, en la actualidad ha ampliado la variedad de su oferta culinaria, incluyendo menús vegetarianos. Y con relación a la repostería, en 1974 crearon un colorido y llamativo pastel de frutas, elaborado con almendras, cerezas, piña y crema, que bautizaron como Moskva šnit, nombre que está directamente unido a la imagen del hotel.
Lamentablemente, nos quedamos sin degustar una porción. ¡Pero es algo que solucionaremos lo antes posible!
Los edificios A y B de la calle Nemanjina
Recuerdo perfectamente aquel 24 de marzo de 1999, cuando saltaron todas las alarmas en los espacios informativos: el General Wesley Clark, Comandante Supremo Aliado en Europa (SACEUR), había dado la orden de que se iniciasen “operaciones aéreas en la República Federal de Yugoslavia». Unos ataques aéreos que nadie sabía a qué nos iban a conducir…
Después de la guerra que se había vivido en los Balcanes entre el 1991 y el 1995, ahora volvía a teñirse de negro el horizonte de la paz en Europa. Fueron 78 días de pesadilla para los habitantes de Belgrado y de diferentes lugares de Serbia. El resultado fue pérdida de vidas humanas y destrucción.
En recuerdo de esos tristes acontecimientos, todavía hoy se mantienen lugares de Belgrado tal y como quedaron afectados. Uno de ellos es el antiguo complejo del Ministerio de Defensa de Yugoslavia (Савезни секретариjaт за народну одбрану | Savezni Sekretarijat za Narodnu Odbranu). Unos edificios que dicen que bombardearon más por lo que representaban, que por su importancia estratégica en sí. Son dos edificios, el A y el B, de la calle Nemanjina, junto al cruce con Kneza Milosa.
El complejo, construído entre 1957 y 1965, como hemos comentado está formado pos dos edificios, separados por la calle Nemanjina. Dicen que se diseñaron emulando una puerta de entrada al cañón del río Sutjeska, en donde se libró una de las batallas más importantes de la II Guerra Mundial en Yugoslavia. De ahí su representación simbólica.
Pekara Trpkovic
Durante el paseo me crucé con una de las panaderías más famosas de Belgrado: la Pekara Trpkovic. Mejor dicho, con una de sus tres tiendas. (Enlace a su página web, escrita en serbio).
Su especialidad: el Burek, el desayuno más popular de Serbia. Algo que pude comprobar por la larga cola que había frente a su puerta, a esas horas de la mañana.
En consecuencia, por falta de información y de ganas de hacer cola, no me paré a comprar ni a degustar ninguno de sus productos. Ahora, tras la vuelta a casa creo que tendría que haberlo hecho… Deberes pendientes para una nueva visita a Belgrado.
Para saber más: Burek, the most famous breakfast food in Serbia
El templo de San Sava | Hram Svetog Save | Храм Светог Саве
El templo de San Sava, que algunos nombran como catedral, es la iglesia ortodoxa más grande de Europa y una de las más grandes del mundo. Y, como ocurre con nuestra Sagrada Familia, todavía está en proceso de construcción.
El mármol y el granito son dos de los elementos que hacen que destaque por su color blanco. Y su gran cúpula central la ha convertido en uno de los edificios que forman parte del skyline de Belgrado, ya que es visible desde diferentes puntos del a ciudad.
Algo que me impresionó de su interior es la cantidad y riqueza de mosaicos, en los que el color dorado la convierte en una verdadera joya decorativa.
Nota | San Sava (Свети Сава), fue el primer arzobispo de Serbia y uno de los santos más importantes de la iglesia ortodoxa serbia. Se le considera el fundador de esta iglesia, ya que fue él quien consiguió la autocefalia de la iglesia ortodoxa Serbia con relacia a la iglesia de Constantinopla. Fue hermano del primer rey de Serbia.
La plaza Slavija | Trg Slavija | Трг Славија (Letras de Belgrado)
Como es habitual en muchos lugares, Belgrado también tiene un lugar en donde ha ubicado unas letras gigantes que muestran el nombre de la ciudad, escrito en cirílico.
Las letras Беoград (con hashtag incluido) están en la plaza Slavija, uno de los nudos urbanos de Belgrado en donde confluyen ocho de sus arterias principales, así como tres tipos de transporte público: autobuses, trolebuses y tranvías. De ahí que sea uno de los lugares de la ciudad famoso por el colapso de la circulación.
Unos de los edificios más populares de la plaza son los que forman el complejo de hoteles Slavija. Tres conocidos hoteles de Belgrado, el primero de los cuales se construyó en 1962 (Slavija A), con el estilo del racionalismo comunista, y que se amplió posteriormente edificando un segundo bloque (Slavija B). En 1989 se realizó una tercera ampliación, construyendo el Slavija Lux. Pero esta vez se optó por usar mármol y cristal, para contrarrestar el “aspecto de hospital” que los belgradenses opinaban que tenía el edificio más antiguo.
Segundo día en Belgrado
Siguiendo sin agenda fija, opté por dividir mi segundo día en Belgrado en tres partes: mañana, mediodía y tarde. Y cada una de ellas las dediqué a visitar un lugar de la ciudad, en base temática.
La plaza Andrićev Venac
Por la mañana opté por el tema «palacios», y me dediqué a visitar algunos de los diferentes palacios que tiene Belgrado. Edificios con nombres parecidos, pero con usos diferentes. Para ello me dirigí hasta la plaza Andrićev Venac en donde hay dos de ellos: el Palacio Nuevo y el Palacio Viejo.
El Palacio Nuevo (Novi Dvor | Нови Двор) es la sede de la Presidencia de Serbia. Un lugar que ha mantenido su carácter de «residencia oficial», dado que primero fue residencia real, y en época comunista, residencia de altos órganos del gobierno de aquel entonces.
Está situado enfrente del Palacio Viejo y, junto al edificio de la Asamblea Nacional, forma el conjunto de edificios públicos más importantes tanto de Belgrado, como de toda Serbia. Tres edificios que están considerados como los más valiosos de todo el caso histórico, declarados «monumento de cultura» desde 1983.
El Palacio Viejo (Stari Dvor | Стари Двор), otra de las antiguas residencias reales, es la sede de la Asamblea de la ciudad de Belgrado, que no hay que confundir con la Asamblea Nacional de la República de Serbia, o sea, el Parlamento serbio.
Nota | Según me explicaron, a las afueras de Belgrado hay otros dos palacios, que me fue imposible visitar por falta de tiempo. De todas formas, hay que hacerlo con un tour privado, ya que tienen acceso restringido, y prohibidas las fotografías en el interior. La visita se puede contratar en la oficina de turismo de la calle Knez Mihailova, 56.
Se trata del Palacio Real (Kraljevski Dvor) y el Palacio Blanco (Veli Dvor | Бели двор), situados en Dedinje (el barrio más rico de Belgrado), y forman lo que se conoce como el Complejo Real (Kraljevski kompleks | Краљевски комплекс).
El Palacio Blanco fue residencia oficial del presidente Tito y, actualmente, es del pretendiente al trono serbio (antiguo trono yugoslavo).
Respecto a la Asamblea Nacional de la República de Serbia, como ya he comentado forma parte del conjunto de elementos públicos destacados del centro de Belgrado. Y si interesa, sabed que se puede visitar gratuítamente bajo reserva previa. Más info en este enlace.
Skadarlija | Скадарлија
Llegado el mediodía fue el momento de iniciar la segunda parte de la jornada de visitas. Y qué mejor lugar que ir a pasear por uno de los barrios más bohemios de Belgrado, que comparan con el Montmartre parisino, y que es la segunda atracción turística más popular de la ciudad. Se trata del barrio de Skadarlija.
A través de su calle más famosa, la encantadora calle Skadarska, llegué tras un corto paseo desde la plaza de la República. Una calle que, por cierto, nunca ha cambiado de nombre desde su primera nomenclatura en 1872.
A pesar de su proximidad con el centro de la ciudad, el barrio tiene identidad administrativa propia, y está protegido como unidad especial histórico-cultural desde 1967. Tiene su origen en diferentes asentamientos gitanos de principios del siglo XIX, que con los años fueron sustituidos por construcciones de ladrillo ajardinadas, a las que se trasladaron principalmente artesanos y pequeños restauradores.
Es uno de los lugares en donde encontrarás las típicas kafanas o tabernas serbias. De ahí que una visita al lugar lleve consigo no dejar pasar la oportunidad de regalarte con algún plato de cocina serbia. En mi caso, ya que era de almorzar, me decanté por pedir un cevapi (plato de carne picada a la parrilla, preparada en forma de salchicha), que encontré delicioso.
Durante el paseo, podrás cruzarte con algunos puestos de venta de rakija (destilado procedente del mosto de frutas fermentadas), una bebida tradicional serbia y de otros países que formaron parte de la ex yugoslavia.
Paseo por la ribera del río Sava
Tras el excelente almuerzo que me regalé en Skadarlija, llegada la tarde opté por seguir paseando. Y puse como objetivo llegar hasta la ribera del río Sava, ya que no podía dejar pasar la oportunidad de conocer una de las zonas más modernas de Belgrado.
Una vez allí, seguí mi paseo entre edificios acristalados y rascacielos, algo bastante sorprendente respecto a la parte de la ciudad en la que me había movido hasta ese momento. Esa zona de la ciudad es donde los belgradenses van a celebrar la llegada del Año Nuevo, como hacemos en Barcelona en Maria Cristina o en Nueva York en Times Square.
Uno de los edificios más famosos con los que me crucé el de la Torre de Belgrado (Kula Beograd | Кула Београд). Parece ser que tiene el honor de ser una de las torres más altas de la ciudad, aunque sin superar a la Torre de Televisión.
Desde allí se puede cruzar hacia el Nuevo Belgrado (Novodi Belgrad | Нови Београд), situado en la ribera izquierda. De hecho, hay hasta cinco puentes diferentes por lo que puedes cruzar el río para llegar hasta allí.
El primer puente en el Sava es el Puente de Branko (Brankov most | Бранков мост). Aunque es el primer puente que hay, es el segundo en tamaño. Y una de sus peculiaridades es que desde él puedes tomar una de las fotografías panorámicas más populares del Viejo Belgrado, como evidentemente hice.
El siguiente puente, según sigues caminando por la ribera derecha, es el Puente viejo (Stari savski most | Стари савски мост). Es un puente por el que se puede cruzar al otro lado tanto en coche como en transporte público. Puedes elegir entre dos líneas de autobús y tres de tranvía. Y, como pude ver, sus pilares son objetivo de los artistas urbanos amantes del street art.
Y como curiosidad, mencionar -aunque no llegué hasta allá-, el Puente Gazela (Most Gazela | Mост Газела), que es el tercer puente en ubicación pero el primero en importancia sobre el río Sava, y que por él transcurre el trazado de la E75 (la carretera paneuropea que cruza el continente desde Vardø en el mar de Barents, hasta la isla de Creta en el mar Mediterráneo), en su paso por Bel.
Tercer día en Belgrado
Y tras cerrar la mochila, hacer el check out en el hotel y dejar mi pequeño equipaje en consigna, me dirigí al último lugar -y uno de los más importantes- que me quedaba por visitar. La apuesta era dedicarle todo el tiempo que me quedaba pasa seguir conociendo Belgrado antes de tener de tomar el autobús hasta el aeropuerto.
El Parque Kalemegdan y la Fortaleza de Belgrado
El Parque Kalemegdan (Калемегдан) está situado sobre una colina, y está considerado el núcleo 0 de Belgrado. Es decir, el lugar en donde nació la ciudad tras la fundación de la ciudad romana de Singidunum.
El nombre Kalemegdan deriva de las palabras turcas kale (que significa «fortaleza»), y meydan (que significa «campo de batalla»). De ahí que Kalemegdan se traduzca literalmente como “fortaleza del campo de batalla”.
Además de la fortaleza, en el Parque de Kalemegdan hay el Museo Militar de Belgrado (Vojni muzej | Војни музеј; el zoo de Belgrado (Beogradski zoološki vrt | Београдски зоолошки врт), uno de los más antiguos de Europa; la Iglesia Ružica (Crkva Ružica | Црква Ружица; la Capilla de Svete Petke (Crkva Svete Petke); la Torre Nebojša (Kula Nebojša | Кула Небојша), la única torre medieval que se conserva en la fortaleza, y cuyo nombre significa «valiente»; el Monumento de Gratitud a Francia (Spomenik zahvalnosti Francuskoj | Споменик захвалности Француској), que rememora la especial amistad del país con la República Francesa a principios del siglo XX, especialmente en épocas de guerra); y la Tumba de los Héroes Nacionales (Grobnica narodnih heroja Kalemegdanu na | Гробница народних хероја на Калемегдану), donde se recuerdan a diferentes partisanos.
Como curiosidad, en el foso del castillo se expone una parte de los elementos del fondo del museo militar, como tanques, cañones y hasta un submarino, que se pueden visitar de forma gratuita, por si algún lector de este post está interesado en ir a verlos.
La mayoría de esos edificios y monumentos se consideran bienes culturales de Belgrado, y están inscritos como monumentos culturales protegidos, además de estar integrados en un magnífico parque ajardinado a donde ir a pasear y a desconectar del bullicio de Belgrado, y desde donde se pueden disfrutar de unas excelentes vistas tanto de la ciudad, como del punto en que confluyen el Sava y el Danubio. Muy recomendable poder acercarte allí -o alargar tu visita- en el momento de la puesta de sol. Cosa que, para mi deleite, pude hacer durante la visita.
En el listado de monumentos que he incluido, me faltaba mencionar el que quizás es el más famoso de todos. Se trata del Pobednik, escultura conocida como «el Victor» o «el Vencedor», símbolo de la ciudad de Belgrado, ya que representa la victoria de Serbia tanto frente al Imperio Otomano, como ante el Imperio Austro-Húngaro. Está situada en el interior de la fortaleza y se trata de la figura en bronce de un muchacho, con un águila y una espada, ubicada en lo alto de una columna de 14 metros de altura.
Como curiosidad, comentar que la estatua tenía que haberse colocado en la plaza Terazije, pero terminó en la Fortaleza de Belgrado dado que mucha gente se escandalizó por el desnudo. Algo similar con lo que ocurrió con las estatuas exiliadas que tenemos en Barcelona, junto al palacio de Pedralbes. ¿Conoces su historia?
Y de nuevo en Knez Mihailova con almuerzo en el restoran Mihailo
Y acabo mi último paseo en Belgrado regresando a la calle en donde empecé a descubrir la ciudad, en la Knez Mihailova, ya que es hora de almorzar antes de decir un ¡Hasta pronto, Belgrado! e ir hacia el aeropuerto.
¿El lugar elegido? El restoran Mihailo, donde me sirvieron un plato de Gulash al estilo serbio, acompañado de pire krompir (puré de patatas), que me resultó realmente exquisito.