Hace un tiempo la casualidad hizo que descubriésemos Biosca, un pequeño pueblo que en ese momento formaba parte de la comarca de la Segarra. De hecho, más que descubrir, fue oír hablar de él gracias a una de sus vecinas, que nos fue explicando historias y curiosidades que nos despertaron la curiosidad por ir a visitarlo, por lo que lo incluimos en nuestra agenda de pendientes.
También nos habló de la apuesta que habían hecho por abrir el pueblo a la llegada de nuevos vecinos, apostando por la apertura de comercios y la cesión de antiguos edificios para que fuesen rehabilitados y se convirtiesen en nuevas viviendas para los que se interesasen por ir a vivir al pueblo.
Y, evidentemente, también descubrimos a la Baquiol y a la feria homónima de nueva creación, en cuyo diseño y preparación se habían volcado todos los vecinos, con la finalidad de situar a Biosca en el mapa de lugares interesantes de Catalunya, tanto como lugar para vivir, como lugar para visitar.
Una panadera y una antigua vecina un tanto peculiar…
Una de las primeras innovaciones novedosas del pueblo fue gracias a Judith, una autodidacta que la vida hizo que tuviera que reinventarse, y que se ha encargado de abrir la panadería centenaria del pueblo que llevaba cerca de 50 años cerrada. Una panadería que se ha convertido en todo un reclamo de Biosca (a donde acuden a comprar pan personas de toda Catalunya), gracias a las elaboraciones que la flamante nueva panadera del pueblo hace con harinas antiguas y de calidad, usando técnicas tradicionales de fermentación larga y cociendo en horno de leña.
Y la segunda, que ya hemos mencionado, ha sido el diseño y la preparación de una nueva fiesta popular, en la que participan la mayoría de los vecinos, y que este año ya ha celebrado su tercera edición.
La fiesta ha tomado como hilo argumental una antigua historia acontecida en Biosca, que cuando nos la explicaron nos pareció de lo más interesante y desconocida… Una historia basada en la figura de Teresa Guàrdia, apodada la Baquiol, también conocida como la «bruixa» de Biosca. De la que hablaremos un poco más adelante…
Unos apuntes sobre Biosca
Aunque en la página web del Ajuntament de Biosca indican que el origen del nombre la población es pre-romano, no especifican información alguna sobre su procedencia. Según parece, el topónimo está documentado desde el siglo XI en textos latinos, escrito como Bioscha.
Geográficamente hablando está situado en una pequeña colina, junto a la riera de Biosca (que fluye hacia el Llobregós que, a su vez, desemboca en el Segre). Su estructura actual sigue el diseño de un pueblo medieval, de los que estaban rodeados por una muralla y tenía un castillo en la cumbre. Muchas de sus calles conservan las tradicionales cubiertas de vuelta tan típicas de las construcciones del medievo.
Del castillo, construido en el siglo XI, solo se conservan algunos muros y una torre redonda, aunque todo en muy mal estado. Dado que está ubicado sobre una roca en la parte alta, para poder acercarse a visitarlo hay que hacerlo a pie desde el pueblo, siguiendo el camino a través de las empinadas calles. No obstante, las panorámicas sobre Biosca y sus alrededores te valdrán el esfuerzo.
Muy cerca de allí también se conservan los restos de la ermita románica de Santa Maria, la antigua iglesia del castillo. Aunque también en un estado bastante ruinoso.
Para saber un poco más: Castell de Biosca / Catalunya Medieval
Y una vez ubicados geográficamente e históricamente en este encantador pueblecito -que desde el pasado mes de marzo ha pasado a formar parte de la comarca del Solsonès-, nos vamos a centrar en el porqué del motivo de nuestra visita a Biosca, que esperamos sea la primera de muchas otras.
La «Bruixa» de Biosca
Pues bien, el motivo ha sido asistir a la Fira de la Baquiol que, como ya hemos comentado, es de muy reciente creación y tiene visos a consolidarse como un must de Biosca. La curiosidad del evento y la voluntad y el trabajo de quienes la preparan contribuirá a ello.
Para saber el porqué de su nombre (la Baquiol) tenemos que retroceder en el tiempo, hasta la época en que las historias de supuesta brujería siempre acababan mal. Aunque en el caso de Biosca la página negra no tuvo nada que ver con los actos de fe de la Santa Inquisición, sino con la ignorancia y las supersticiones de los propios vecinos…
Teresa Guàrdia era una mujer humilde y de pocos recursos, vecina de Biosca, que ayudaba a las mujeres parturientas a traer a sus hijos al mundo… “Por los años 1800 había en Biosca una comadrona llamada la Baquiol, mujer anciana, pobre, fea y un poco de mal genio, circunstancias poco favorables a ella. El vulgo ignorante y malicioso la llamaba bruja. Ella recibía muy mal este apodo y se incomodaba… (Seguir leyendo la transcripción de la historia: Es deia Teresa).
Pues bien, en resumen, tras un desafortunado incidente y la muerte repentina de un niño, los vecinos se tomaron la justicia por su mano y acabaron trágicamente con la vida de Teresa, sin mediar justicia de ningún tipo. Un asesinato que la llegada de una de las guerras carlistas taparía, dejando la historia olvidada y asegurando la impunidad de sus asesinos.
El hecho es que la Baquiol acabó siendo considerada como «la última «bruixa» quemada» en estas tierras, tal y como explican en el artículo que adjuntamos a continuación
La Feria de la Baquiol
Coincidiendo con las celebraciones de Sant Joan y la llegada del solsticio de Verano, cuando el fuego purificador es todo poderoso, en 2021 los vecinos de Biosca decidieron recuperar la memoria de la Teresa Guàrdia, explicando su historia y haciéndole justicia, convirtiéndola en la gran protagonista de una fiesta local cuya figura fuese el eje central de la misma, con vistas a convertirla en una fiesta popular de abasto global.
Este año ya se ha celebrado la 3ª edición y se están consiguiendo los objetivos que se propusieron. Ya que no solo se ha colocado a Biosca en el calendario festivo anual, sino que se ha conseguido que un horroroso pasado misógino e inculto se acabe convirtiendo en un acto de empoderamiento femenino gracias a la voluntad de los herederos de aquellos antiguos bioscanos y bioscanas.
El diseño de la Fira de la Baquiol, ademas de incluir una feria de productos artesanos de proximidad e ilustración y arte, ofrece otros elementos propios del protocolo festivo habitual como pasacalles, música, gastronomía y actividades lúdicas para todos los públicos.
Personalmente, uno de los eventos que encontramos más interesantes y originales es el circuito de exposiciones, en donde se deja volar la imaginación para acercar a los visitantes a la historia y a las costumbres de los habitantes de Biosca, rememorando oficios ya perdidos y el uso de la naturaleza para decorar y sanar a través de las plantas… Algo que «las mujeres sabias» como la Baquiol sabían hacer muy bien.
El circuito de exposiciones no solo sirve para descubrir la genialidad de las ambientaciones propuestas, creadas por los propios vecinos, sino también para poder recorrer el corazón de Biosca disfrutando del encanto que guardan sus calles de trazado medieval.
Aquí os dejamos un resumen fotográfico de algunas de las exposiciones del circuito.
Mil gràcies bioscans i bioscanes per l’acollida! Amb ganes de tornar-hi aviat!
Para saber más:
La Baquiol de Biosca
Ara Lleida
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Molt agraïda de la teva visita i del teu relat a barcelonaenhorasdeificina.com. Felicitats. Sóc l’Angela, la noia amb qui cas està parlant a l’ expo La mirada històrica.
Hola, Angela! Moltíssimes gràcies pel teu comentari. Espero poder tornar aviat i seguir descobrint el vostre encantador poblet.
Conxita