Como cada 2 de febrero, desde que Hollywood se encargó de globalizarlo a través de la mítica película “Groundhog day”, podemos afirmar que “el Día de la Marmota ya es patrimonio mundial». Una fiesta que, como otras tantas, tienes sus orígenes en una costumbre europea que los emigrantes llevaron hasta Estados Unidos y Canadá.
¿Dónde se celebra?
El Día de la Marmota se celebra en muchas ciudades y pueblos de Estados Unidos y Canadá, aunque la fiesta más popular –también por intervención hollywoodense- es la de Punxsutawney, vecindario del condado de Jefferson (Pennsylvania).
Sus apenas 6000 habitantes, el segundo día de febrero se visten sus mejores galas para recibir a los miles de visitantes que se desplazan hasta allí anualmente, con la finalidad de presenciar el momento en que la marmota Phil hará su particular previsión meteorológica. Ese día, Punxsutawney llega a triplicar su población.
Respecto a la exactitud en la previsión, los incondicionales dicen que acierta en un 90% de las ocasiones, mientras que los verdaderos técnicos solo le otorgan una fiabilidad del 34%, ya que solo ha acertado una media en 16 veces en 60 años. No obstante, ello no le hacer perder la condición de ser considerada «el hombre del tiempo más famoso de EEUU”.
La fiesta se celebró oficialmente por primera vez el 2 de febrero de 1887, y consiste en que una marmota, de nombre Phil, es sacada del interior del tronco de un árbol, donde se supone tiene su madriguera. Según se dice, si al salir al exterior se proyecta su sombra en el suelo, todavía quedan seis semanas más de invierno. Bien al contrario, si el día está nublado y no se proyecta su sombra, es señal de que la primavera está a punto de llegar. ¿Ficción o realidad?
El origen de la celebración
La fiesta está inspirada en una tradición que llevaron los campesinos alemanes que emigraron a los Estados Unidos en el siglo XIX.
Antiguamente, para poder saber sí la llegada de la primavera estaba próxima y se podían preparar para labrar y cultivar sus propiedades, los alemanes que vivían del campo tenían por costumbre observar el momento en que los tejones empezaban a abandonar sus madrigueras al final del invierno, y ver cómo reaccionaban.
Si la luz del sol les espantaba, se volvían a meter en la madriguera y no volvían a salir hasta seis semanas después. Bien al contrario, si no había sol y salían tranquilamente, daban por finalizado su periodo de hibernación, y los campesinos suponían que el tiempo primaveral estaba a punto de llegar.
Un punto de inflexión en el solsticio de invierno
Dado que el día 2 de febrero se encuentra en el punto medio exacto entre el inicio y el fin del solsticio de invierno es una fecha ideal en el calendario para valorar si la primavera tardará más o menos en llegar (climatológicamente hablando). Las horas de sol aumentan, los animales empiezan a salir de sus refugios invernales y se empiezan a ver las primeras cigüeñas, factores especialmente indicativos de la posible o no próxima llegada del buen tiempo.
Por la ubicación de la fecha de esta celebración en el calendario, se puede establecer un paralelismo con la festividad de Halloween o la de Todos los Santos, que marca la mitad exacta entre el Equinoccio de otoño y el Solsticio de invierno.
Un celebración con raíces ancestrales
Para entender el origen de muchas fiestas tenemos que echar la vista atrás en la historia y retroceder unos cuantos siglos atrás para buscar el porqué de su existencia. Como tantas otras también ésta tiene un origen pagano, posteriormente cristianizado, con fuerte influencia del calendario agrícola, de ahí su relación con las predicciones meteorológicas.
Parece ser que la fiesta ya se celebraba en la Grecia Clásica, pasando posteriormente a celebrarse en la Antigua Roma, dentro del marco de las Lupercales y las Parentalia, donde los jóvenes que entraban en la edad adulta se disfrazaban de lobo y se hacían procesiones penitenciales.
Con la llegada del Cristianismo la fiesta adoptó un sentido de celebración religiosa basado en la tradición judía de que las madres debían acudir al Templo cuarenta días después del parto para purificarse, y presentar entonces el recién nacido a las autoridades religiosas. Acto que se bendecía usando velas de cera o candelas.
Conocida como «la presentación de Jesús en el Tempo y la purificación de María», el papa Gelasi I la introdujo en la liturgia cristiana en el año 496 dC, de ahí que sea considerada la fiesta más antigua dedicada a la Virgen María. Acabándose popularizando como la «festividad de la Candelera o Candelaria».
Y dado que se celebra a principios de febrero, es una fecha idónea para seguir haciendo pronósticos meteorológicos de cara a saber cuándo llegará la primavera y se podrán empezar a cultivar de nuevo los campos.
Dentro del Calendario Festivo, es el día que pone oficialmente fin al Ciclo de Navidad, por lo que es el momento en que se debe desmontar el Pesebre y sacar todos los adornos que engalanan las casas.
Gastronomía típica
Y volviendo al Día de la Marmota de Punxsutawney, la fiesta es todo un incentivo económico para hacer negocio, por lo que la fiesta también tiene su parte gastronómica, con un menú específico.
Basado en recetas regionales y de origen alemán incluye: sopa de setas, pan moreno alemán de manzana, cerdo asado de Pennsylvania con vegetales y patatas Rosemary, puré de patatas y galletas Groundhog, que ya os podéis imaginar quién es la figura estrella que las decora.
Y como debe haber más de un curioso en conseguir la receta, aquí os dejamos la que nos proponen desde la página oficial de Turismo de Pensilvania: The Official Groundhog Cookie Recipe.
Otras marmotas meteorólogas menos mediáticas
Aunque Phil es la marmota más famosa, también existen otras tantas, como la Staten Island Chuck de Nueva York, la sir Walter Wally de Carolina del Norte o las Wiarton Willie y Shubenacadie Sam de Canadá.
En el día de la marmota…
Si como ocurre en la película del Día de la Marmota, y ya para acabar, si os quedaseis atrapados en un día concreto, cuál eligieriais de los que ya habéis vivido…
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