Cuando finalizas el recorrido por la exposición #KleeFJM tienes la sensación de que acabas de descubrir a un artista que hasta el momento te había sido completamente desconocido. Para una gran mayoría, como bien explica Martina Millà, comisaria de la exposición “Paul Klee y los secretos de la naturaleza”, Klee es el autor de aquella lamina descolorida que hay en la pared de la sala de espera de la consulta del dentista…
Y, la verdad, es que esa afirmación casi te hace sentir culpable. Sí, rotundamente cierto. Hasta la visita a la exposición, Paul Klee había sido el pintor de la lámina de formas geométricas con colores brillantes…
Paul Klee y la naturaleza como hilo conductor
La visita a la exposición te descubre a un Paul Klee diferente -digámosle desconocido-, pero mucho más interesante. Un artista vanguardista que supo crear una obra muy particular desde la observación e la interpretación de la naturaleza, en toda su extensión. Flora, fauna y paisajes -entre otros- fueron elementos que utilizó como un recurso pedagógico para la inspiración artística a lo largo de toda su vida.
Hay diferentes maneras de visitar una exposición. Una de ellas es entrar, ver y valorar si te ha gustado o no te ha gustado. La otra es entrar, observar e interpretar… Y eso es a lo que te invita la visita a #KleeFJM. El resultado, como hemos comentado, es todo un descubrimiento.
#KleeFJM: Un hilo argumental a partir de un contenido
#KleeFJM es una exposición diferente. Se ha diseñado en base a la búsqueda de un hilo argumental partiendo de una importante selección de documentos y obras del artista. Un procedimiento diferente a cómo se suele hacer habitualmente, ya que el contenido que se selecciona y se expone viene determinado por un hilo argumental previamente definido. Es por eso que la propia preparación de la exposición le otorga un punto de interés particular.
¿Y por qué la naturaleza? Pues porque del estudio pormenorizado de los materiales expositivos se concluye que Paul Klee sintió una fascinación especial por la naturaleza desde su más tierna infancia y que, siguiendo la evolución de su obra, fue un interés que le acompañó hasta sus últimos días.
La exposición se ha organizado y producido por la Fundació Joan Miró, con la colaboración del Zentrum Paul Klee de Berna.
El Zentrum Paul Klee se fundó en 2005, como un centro internacional para la investigación y la divulgación de la obra de Paul Klee. Cuenta con más de 4000 obras y objetos del artista, de ahí que se considere la colección monográfica más vasta de un artista de renombre internacional.
Para saber más: Un centro para Paul Klee
Cuatro ámbitos para resumir toda una vida artística
La exposición #KleeFJM, que permanecerá en la Fundació Joan Miró hasta el 12 de febrero, está dividida en cuatro ámbitos, y en cada uno de ellos se expone y analiza cómo toda la vida creativa del artista giro en torno a la naturaleza, desde su más tierna infancia.
Los años formativos | El estudio de la naturaleza como descubrimiento de la personalidad artística.
Este primer ámbito de la exposición, nos resume los años en los que Paul Klee descubre su propia personalidad artística mostrando su interés por observar la naturaleza desde su más tierna infancia, a través de diferentes dibujos, cuadernos escolares y sus primeros trabajos en la academia.
Su obra de estos primeros años se caracteriza por una gran libertad de estilo, que va cambiando de acuerdo a su interés o a sus propias necesidades, ya que empieza a recibir encargos artísticos remunerados como un dibujante incipiente.
Hijo de músico y excelente violinista, dicen que las pinceladas de las primeras obras de Klee tienen un ritmo vibrante, comparable a las notas musicales que nacen y emite un violín.
Viaje a Túnez y I Guerra Mundial | La naturaleza como enigma y evasión
Nuestro recorrido por #KleeFJM nos lleva hasta el segundo ámbito de la exposición, en el que dos vivencias del artista marcarán su obra.
La primera es un viaje que realiza a Tunez, en donde queda impresionado por la calidad de la luz del país y donde “el color se apodera de él”. Una vivencia que marcará el estilo característico de la obra de Klee: esquemático y colorista.
Como afirmó: “el color se ha apoderado de mí, ya no tengo que perseguirlo. Sé que me poseerá siempre. Esa es la significación de este bendito momento. El color y yo somos uno. Soy un pintor”.
Una de las curiosidades que te muestran en la exposición es la influencia que tuvo la literatura de Goethe en la obra de Klee. A modo de ejemplo, se incluye uno de los libros del escritor en el que relata un viaje a Italia, donde se puede leer una descripción de los Jardines Públicos de Palermo. La lectura y los detalles de dicho texto te llevan, inequívocamente, a visualizar un paisaje pintado por el propio Klee.
Goethe en la obra de Klee
La segunda vivencia, mucho más dramática, tiene que ver con el estallido de la Primera Guerra Mundial, y que le obliga a observar la naturaleza desde la impotencia del horror de la guerra. En este periodo dibuja una naturaleza mecanizada, lineal y de detalles simplificados.
Der Blaue Reiter y Gabriele Münter
Para escenificar el paso de Klee por la asociación Der Blaue Reiter, y por decisión de la comisaria, se interrumpe el relato expositivo con la inclusión de una obra de la pintora Gabriele Münter, amiga personal de Klee, quien también formó para de ese grupo de artistas expresionistas.
Como explica Martina Millà, cuando se menciona Der Blaue Reiter únicamente se incluye los nombre de los cinco artistas masculinos (Kandinsky, Klee, Marc, Macke y Jawlensky), pero se omiten los de las dos artistas femeninas (Marianne von Werefkin y Gabriele Münter), quienes también fueron miembros.
La inclusión de la pintura de Münter en la exposición sirve de reconocimiento a una parte de la historia del arte -las mujeres artistas-, que siempre se ha tendido a ocultar, sin que se sepa ciertamente si ha sido intencionadamente.
Docencia en la Bauhaus | El análisis de los fenómenos naturales
El tercer ámbito de #KleeFJM nos lleva hasta los años en que Paul Klee fue docente en la Bauhaus. Un docente no demasiado bueno en sus inicios, que tuvo que replantearse la validez de sus medios pedagógicos, adecuándolos al interés de los alumnos.
El resultado, como nos muestra la exposición, fue incidir en su apuesta por usar la propia naturaleza como medio de experimentación de aprendizaje de las formas.
Uno de los detalles más curiosos usados por Klee como material docente, y que muestra la exposición, es la reproducción del acuario que el artista tenía en su estudio de la Bauhaus, que permitía conformar formas a los alumnos a partir de la observación del medio líquido, así como de los peces y las plantas que allí habitan.
Síntesis e identificación | El último periodo
Y siguiendo el ritmo armónico y vibrante de la propia obra de Paul Klee, llegamos al cuarto y último ámbito de la exposición #KleeFJM. Este periodo se corresponde con los años más tristes de su vida, en los que su obra es calificada de “arte degenerado” por el Nazismo, es apartado de su labor docente y tiene que exiliarse a Suiza, además de diagnosticarle una enfermedad degenerativa que acabaría con su propia vida.
En esta etapa, el arte se convertiría en el refugio vital de Klee, de ahí que siguiese pintando hasta casi el final de sus días. Su creciente incapacidad física no fue obstáculo para que siguiese con su creatividad. Cuando dejó de poder sujetar los pinceles con las manos, empezó a usar sus propios dedos para seguir pintando…
Su obra es cada vez técnicamente menos precisa, pero mucho más libre y natural, ya que los efectos de la enfermedad permiten que desaparezca la separación entre objeto y sujeto… Como nos explican, sus dibujos menos diestros le permiten integrar el propio cuerpo con las formas naturales que ha ido observando a lo largo de su vida.
«Joan Miró afirmó que Paul Klee fue un encuentro fundamental de su vida. Klee, catorce años más mayor que Miró, parece ser que comentó a Kandinsky sobre Miró: “Tenemos que seguir lo que hace este joven”. Los dos artistas no se llegaron a conocer nunca en persona, pero el encuentro con el arte del otro va ser transcendental para los dos. Cuando Miró tuvo su propia fundación, una de las primeras exposiciones en Barcelona estuvo dedicada a Paul Klee.»
Fuente: Catálogo de la exposición
Epílogo conclusión
En resumen, la visita a Paul Klee y los secretos de la naturaleza hace que dejes de visualizar la obra del artista como una mera lámina descolorida en la consulta médica, y empieces a hacerlo como la obra de un genio artístico de la que hay que disfrutar, aprendiendo a buscar el sentido oculto que plasmó en ella al crearla.
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